Los teléfonos de los popes del basualdismo ayer estuvieron al rojo vivo, pero no por algún apuro político, sino porque corría el rumor de que el rawsino Mauricio Ibarra (foto) había sufrido un ACV. De hecho, el exintendente y exdiputado nacional amaneció con un malestar y fue internado en Terapia Intensiva del Hospital Rawson, pero alrededor de las 19 finalmente le dieron el alta.
Desde el entorno más íntimo de Ibarra le dijeron a este diario que no había sufrido un ACV, que la internación fue para poder hacerle un monitoreo exhaustivo y que todos los análisis le salían bien, por lo que calificaban el episodio como un susto.
Lo que pasó, contaron las fuentes, fue que Ibarra se levantó con un cosquilleo en la cara, síntoma común un ataques como el ACV. De inmediato fue al hospital y quedó internado, pero a modo preventivo. Fue ahí que empezaron a realizarle una batería de análisis y, para que el control fuera permanente y más preciso, pasó a la Terapia.
Pero finalmente los profesionales descartaron un accidente cerebrovascular. Lo que presumen, dijeron, es que haya sido un principio de parálisis facial por algún problema nervioso, o incluso por algún virus.
Como sea, el rawsino pudo volver ayer mismo a su casa y totalmente recuperado, para tranquilidad tanto de su familia como de todo el entorno político que se movilizó preocupado por su estado de salud.
