Otra vez un nudo en la garganta y la desesperación de no poder gritar campeón. La selección argentina jugó ayer su quinta final en una Copa del Mundo y cayó nuevamente como había ocurrido en los Mundiales de Uruguay 1930 e Italia 1990. Esta vez fue en suelo brasileño, dejando todo, pero sin la suerte que necesita en esta clase de partidos.

Alemania fue el verdugo otra vez. Los alemanes fueron los encargados de ahogar el grito de un país que esperaba, tras 24 años, volver a gritar campeón en el certamen más importante de la disciplina. Con la entrega y la actitud esta vez no alcanzó. Atrás quedó la heroica victoria desde los penales ante Holanda y la figura inquebrantable del "Chiquito" Romero. Atrás quedó también la victoria ante Bélgica en cuartos de final con el gol de Higuaín. Mucho más atrás, seguramente quedó ese festejo interminable de Di María ante Suiza por Octavos de final. Argentina llegó hasta esa instancia producto de las victorias ante Bosnia, Irán y Nigeria. Tras esa gran campaña, el elenco de Sabella tuvo ayer la quinta oportunidad para alzarse con el tercer título del mundo, pero esa mancha negra de 1930 y 1990 se hicieron presentes otra vez ayer y le quitó esa gran y única oportunidad.

En 1930, en la primera edición del Mundial y teniendo como epicentro Montevideo, el verdugo fue el anfitrión, Uruguay. Argentina, que había llegado como invitado, llegó hasta la final donde perdió por 4-2. Desde ahí, tuvieron que pasar 48 años para que en el primer Mundial organizado por Argentina en 1978, se tomara revancha de aquella vez y se alzara con el primer título del mundo tras vencer a Holanda por 3 a 1. La tercera final fue en México 1986, allí Argentina sumó el segundo título y fue tras la enorme victoria por 3 a 2 precisamente ante el rival de ayer. La cuarta final fue otra vez ante los alemanes en Italia 1990, Argentina, vistiendo como ayer la camiseta azul, otra vez cayó derrotado por 1 a 0 con un polémico gol. Ayer, en el Maracaná, Argentina fue por la revancha, por cosas del fútbol otra vez no se dio. Claro, el fútbol da revancha y Argentina esperará por la suya.