Lucas y el Turco se conocen de las divisiones inferiores de Hispano. Es más, fueron a la gira por España que hizo ese club con los chicos en el 2001. Se llevan 5 años de diferencia (Ordóñez tiene 21 y Kenan 26) pero son compinches desde siempre. Pablo Martín (también 26 años y nacido hockísticamente en Bancaria) se lleva fantástico con los dos. Con Luquitas jugaron juntos en el Cerdanyola de España y fueron campeones en la Copa América del año pasado. Con el Turco tienen una amistad de siempre fuera del hockey. El domingo, en un momento, se abrazaron fuerte los tres. Festejaron a lo loco el título del Campeonato Argentino ganado con Estudiantil. Y, por segundos, revivieron los grandes momentos que pasaron en Vigo (España), donde lograron el subtítulo mundial. Sin dudas fueron los pilares de la conquista Verde. En Estudiantil el rendimiento de todo el plantel fue notable, pero el trío mundialista apareció en los momentos cumbre…
"Es una revanchita personal -dijo el Turco Kenan- porque sufrí mucho para llegar a esto y ahora lo disfruto al máximo. Mi sueño era estar en la Selección y se me dio. Y ahora salir campeón del Argentino ni siquiera me lo imaginaba. ¿Si esto traerá más responsabilidades? mejor porque nunca le saqué el cuerpo a nada. Como siempre, voy a dejar todo. Y estando con Pablo y con Luquitas más todavía porque además de ser grandes jugadores son personas maravillosas y divertidas. Pero dejame que de dos saludos especiales: Uno, a toda la gente de Estudiantil. Dirigentes y jugadores. Porque me abrieron las puertas y confiaron en mí. Y el otro a mi hermano Lucas. Sí, al Luquitas que es mi hermano menor del alma. Ah, me olvidaba, también a algunos dirigentes de Hispano, que son personas queridas".
El Turco, Pablo y Lucas festejaron ese mismo domingo, con todo el plantel. Comieron lomos y brindaron una y otra vez. Pablo Martín se mostró admirado por "todo lo que levantamos en los dos últimos partidos (con Concepción y Valenciano). Coincidió con los partidos más importantes, por eso nadie puede poner objeciones porque ganamos el título. A mí se me puso la piel de gallina cuando entré al estadio y había más de 6.000 personas. Hacía mucho tiempo que no marcaba dos goles con tiros desde lejos. Y eso me da más confianza, sobre todo porque jugué en la posición que me gusta". El propio Pablo (que ya cursó el quinto año de Abogacía y espera recibirse pronto) recalcó que "me quedo en Estudiantil. Eso lo tengo decidido. Y espero seguir ganando campeonatos".
Luquitas Ordóñez, un pibazo en todo el sentido de la palabra, aclaró que "para mí, todo esto es un sueño. Ya te lo había dicho antes de viajar al Mundial. Y ahora, cuando arreglé para jugar en Estudiantil, lo hice por estar al lado de mis dos grandes amigos: El Turco y Pablo. Después conocí bien a los otros muchachos y, la verdad, es un grupo bárbaro. Apenas entrené tres veces con todos y mirá como se nos dio. Es la primera vez que juego con tanta gente. Es impresionante. ¿Si me quedo? Lo más seguro es que sí. Por lo menos hasta diciembre. Después veremos…".
