Fue un viaje que le cambió la vida. Alberto Daniel López Pantano dejó su Albardón para trabajar en Roma de ingeniero, pero allá terminó abrazando el sacerdocio. A 10 años de aquel día en que cruzó el Atlántico, Alberto llega a un momento trascendental de su existencia: se ordenará sacerdote y lo hará bajo el ala nada menos que del papa Francisco, quien presidirá la ceremonia el 21 de abril. La misa se realizará en la Basílica de San Pedro y López Pantano tendrá la dicha de que su compatriota Francisco encabece la ordenación, luego de convertirse en obispo de Roma.
La comunidad albardonera está revolucionada y además de su familia, viajará un grupo de amigos para acompañarlo durante el ritual religioso.
Quienes lo conocen dijeron que nunca imaginaron que aquel niño estudioso, hockista y scout, que se convirtió en un destacado ingeniero, esté a punto de convertirse en sacerdote, con el agregado de que lo ordenará el papa Francisco. Alberto fue scout desde los 8 a los 21 años y además le encantaba el deporte. Jugó al hockey y todos los días viajaba a Concepción para entrenar en el CPC, hasta que fichó para el club Sarmiento de Albardón y como arquero se dio el gusto de salir campeón de la Segunda División con el equipo de su departamento. Sus amigos de toda la vida lo reconocen como una persona de bajo perfil, muy reservada y que desde chico los sorprendía con acciones y pensamientos que demostraban una gran madurez.
Dueño de una inteligencia privilegiada, cuando Alberto terminó la secundaria entró a Ingeniería Electrónica y se recibió con notas excelentes. Se especializó en Informática y trabajó un tiempo en Buenos Aires. Su talento lo llevó a ser empleado en una empresa que audita programas para grandes compañías. Fue entonces que lo convocaron para trabajar en Italia y durante tres años vivió de su profesión.
EL CAMBIO:
Pero entonces, sorprendió a sus allegados con un cambio total. En Roma dejó su ascendente carrera como ingeniero e ingresó al seminario. Alberto, el hermano mayor, siguió de esa manera los pasos del menor, Sebastián, quien se ordenó sacerdote en San Juan hace unos años.
Curiosamente, Sebastián fue enviado a Roma para realizar un doctorado, así que los hermanos hoy están más unidos que nunca. Esa compañía es fundamental para Alberto, quien por estos días aguarda con ansiedad la ordenación. A su vez, también espera por su mamá, su hermana (el papá falleció hace unos años) y por sus amigos, a los que visitó en Albardón por última vez hace 5 años.
Alberto, quien en Facebook publicó que tiene formación en la Universidad Pontificia Gregoriana, participó como diácono en la ceremonia en la que el papa Francisco tomó posesión de la cátedra como obispo de Roma y subió una imagen en la que está muy cerca del Sumo Pontífice.
A su vez, a través de esa red social, mostró su humildad y siguió los pasos del Papa al pedirle a sus allegados que recen por él, para que sea ‘un verdadero hombre de Dios’, según publicó.
Tras la ordenación, será destinado a un templo de Roma, la ciudad en la que seguirá su vida sacerdotal.
