Se calcula que mil millones de personas vieron hace cinco años el rescate de los 33 mineros chilenos atrapados luego del derrumbe de la mina donde trabajaban en Copiapó. De todas estas personas, solo una, Melanie Mayer se enamoró a primera vista cuando de las entrañas de la tierra rescataron a Daniel Herrera, más conocido como el minero número 16. Luego de ponerse en contacto y comenzar una relación por facebook, ambos se conocieron personalmente, se casaron y actualmente esperan la llegada de su primera hija, que se llamará Sofía. “Me enamoré de él por televisión”, dijo a una cadena internacional Melanie, quien vive en Weingarten, una ciudad de 24.000 habitantes en el sur de Alemania.
“No me gusta viajar, no soy de aviones. Con la delegación de los 33 es más fácil, porque estamos todos juntos. Pero me tuve que venir solo, sin saber inglés. Basta imaginar lo que me costó y lo asustado que estaba, pero finalmente llegué a Alemania con la intención de conocer a la familia”, dijo Daniel.
El día que Melanie vio a Herrera por televisión volvía de trabajar y encendió el canal de noticias N24. En ese preciso momento vio a Daniel volver a la superficie en una cápsula tras pasar 69 días enterrado bajo tierra. En ese momento, Herrera abrazó a su madre diciendo: “No importa mamá, si ya pasó”.
“Vi la sonrisa de Daniel adentro de la cápsula y supe inmediatamente que era alguien especial, no puedo explicar porqué. Encontré en él algo muy interesante, estaba con mi hijo y mi hermana y les dije que me gustaba”.
En los frenéticos días que siguieron al rescate, Meyer usó el español que había aprendido en el colegio para contactar a Daniel en facebook para tratar de chatear con él, aunque respondía constantemente con evasivas o no contestaba. “Creía que Meyer era parte de la prensa” que por aquel entonces no daba respiro a los mineros rescatados, explicó Daniel. Y continuó: “Nuestra historia se basa en su persistencia, ya que mucha gente se me trató de acercar por facebook, pero ella fue la diferencia. Ella insistió e insistió, yo nunca creí en el amor cibernauta, pero ella me cambió”.
Tras algunas visitas a Chile, video llamadas, chat y mensajes, Herrera y Meyer, se casaron en Chile en un programa de televisión. Herrera fue con cámaras a buscarla al aeropuerto para pedirle matrimonio. Un actor, una modelo, un periodista, una bailarina y un estilista organizaron la fiesta y la ceremonia. Un grupo de figurantes levantó los carteles en español y alemán donde se leía: "Willst du mich heiraten?": “Dime que sí”.
Casados hace un año, el matrimonio chileno-alemán vive en Santa Cruz, al centro-sur de Chile. Herrera, que hizo un tratamiento psicológico y psiquiátrico tras el rescate, volvió a la industria minera. Actualmente trabaja en la mina norteña Radomiro Tomic, una de las divisiones de la minera estatal Codelco. De los 33 mineros rescatados en Copiapó es uno de los pocos que volvió al rubro. “Tengo la misma pega (trabajo) que hacía en la San José, pero ahora en la gran minería, con estándares de seguridad. Nada que decir, aquí el capital humano importa y tenemos la facultad de parar una labor, a diferencia que en San José, donde no podíamos reclamar y había que asumir no más”.
