Además de ser la flor nacional de Argentina y Uruguay, este árbol originario de América del Sur, es ideal para contextos urbanos. También se lo conoce como Seibo, Árbol del coral, Flor de coral y Pico de gallo, debido a sus llamativas flores color rojo intenso con forma de vaina. Su nombre científico es Erythrina crista-galli y encontramos las siguientes variedades: erythrina-cristagalli-var-leucochlora (Ceibo blanco), Erythrina crista-galli leucochlora Lombardo y Erythrina crista-galli hasskarlii Backer.
Es una especie leguminosa típica de Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú y Uruguay, al que se le reconoce un importante valor ornamental, gracias a la peculiar forma y el intenso color carmesí de sus flores (que son como un imán para los colibríes), y que se puede cultivar fácilmente tanto en áreas aisladas como en jardines o paseos públicos.
Se trata de un árbol de tamaño mediano, que por lo general alcanza entre los 4 o 5 m. de altura (aunque existen ejemplares de 10 o 20 metros), que se adapta sin inconvenientes a aquellos lugares donde imperan climas húmedos, templados y cálidos.
Se reproduce con facilidad, ya sea por semillas o a partir de gajos leñosos. La semilla tendrá una mejor germinación si se le desgasta el tegumento (la membrana externa) con una lija fina y luego se la deja en remojo por un lapso de 24 horas. Es recomendable realizar este proceso a partir de la primavera. Cuando se decide reproducir por esquejes, éstos deben recolectarse durante la etapa de reposo, a finales de la temporada invernal.
Puede plantarse al sol o en lugares parcialmente sombreados, con suelos profundos, con pH medio, gran capacidad de retención de humedad y buen drenaje. Para asegurar una buena nutrición de la planta, es necesario mantener permanentemente una buena dosis de abono.
Pertenece a la familia de las leguminosas. No es un árbol muy alto y tiene un follaje caduco de intenso color verde. Sus flores son grandes y de un rojo carmín. Su tronco es retorcido. Sus raíces son sólidas y se afirman al suelo contrarrestando la erosión que provocan las aguas. Su madera es blanca amarillenta y muy blanda, se utiliza para fabricar algunos artículos de peso reducido. Sus flores se utilizan para teñir telas.
Es conveniente protegerlos durante el invierno cuando son ejemplares nuevos, hasta que tomen envergadura. Conviene entutorarlos para que soporten los vientos cuando están muy expuestos.
Le basta con un suelo a base de tierra de jardín. En caso de trasplante debe realizarse después del peligro de heladas. No debe regarse excesivamente, sólo para mantener el suelo un poco húmedo. En primavera abonar con estiércol y de marzo a julio con un fertilizante mineral. Podar en primavera las ramas y tallos secos.
En caso de humedad excesiva puede ser atacado por la araña roja.
