Logró anular las leyes de Punto Final y Obediencia Debida lo que abrió paso a los “juicios por la verdad”.
Kirchner recibió el país con niveles de pobreza del 44,3% en 2003, y creó los mecanismos para que, según datos de la CEPAL y la UNICEF, esa cifra no supere ocho años más tarde el 12%.
Para no olvidar los años de plomo, convirtió a la ESMA, uno de los principales centros de detención, tortura y muerte de la última dictadura militar, en un lugar de memoria y homenaje a los desaparecidos, y que pidió perdón en un acto público, en nombre del Estado Nacional, por “la vergüenza de haber callado esos crímenes durante 20 años de democracia”.
Cuando asumió la deuda externa era de 178.820 millones de dólares (138% del PBI), y comenzó el inédito desendeudamiento con la reestructuración con los “holdouts” en 2005, y en enero de 2006 canceló de un solo pago la deuda de 9.500 millones de dólares con el FMI. El objetivo fue “prohibir a quienes dictaron las políticas de empobrecimiento que vuelvan a inmiscuirse en los asuntos soberanos del país”.
En materia salarial, rescató de un cajón olvidado el mínimo vital y móvil, congelado desde la Convertibilidad y comenzó una política de aumentos sucesivos a los jubilados que estuvieron congelados por años. También puso en marcha las paritarias, que permitieron un salto en los haberes de los trabajadores en un 25% promedio en los últimos años, llegando el país a tener, según el último informe del FMI, el salario más alto de América Latina.
Inició una etapa de reindustrialización de la Argentina con políticas activas, que llevaron al país a una sostenida recomposición de los puestos de trabajo, y que hoy deja como saldo de ocho años de gestión la creación de unos 5 millones de empleos.
En noviembre de 2005, y junto a otros presidentes de la región, como Hugo Chávez o Lula Da Silva, le cerró el paso al ALCA que proponían los EEUU en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata.
Entabló una lucha sin tregua contra la hegemonía de los grandes medios y logró que el Congreso aprobara, ya en la gestión de Cristina, la Ley de Comunicación Audiovisual, y con la misma convicción votó desde su banca en Diputados la histórica ley de Matrimonio Igualitario.
Tras dejar la Presidencia fue designado como el primer secretario General de la UNASUR, y debutó en el cargo logrando evitar un casi seguro conflicto bélico entre Venezuela y Colombia. Antes había viajado a Colombia para gestionar la liberación de rehenes de las FARC.
Uno de sus grandes logros fue reconciliar a los más jóvenes de Argentina con la política.
Fuente: Télam
