Eran las 6.15 de ayer cuando el kiosquero Javier Cano (51 años) salió de su casa en calle Güemes al 54 Sur, Capital, para dar una vuelta en bicicleta. Al hombre hace un tiempo lo operaron del corazón y por recomendación médica, hace ese ejercicio todas las mañanas, comentó. Ayer no fue la excepción, pero no sería una mañana más: cuando el hombre regresó de pedalear, dos sujetos, uno de ellos armado con un cuchillo, lo sorprendieron entrando a su casa. De allí, lo llevaron al baño y uno de ellos lo ató de pies y manos, mientras su cómplice revisaba el resto de la vivienda. Los ladrones no se llevaron aparatos, sólo tomaron unos $10.000 que había juntado para pagarles ayer a proveedores, precisó la víctima.

Según Cano, al lado de su casa está el Tribunal de Cuentas y por las noches hay un policía que custodia la entidad hasta las 6.30. No se sabe si los ladrones sabían ese dato o si fue de pura casualidad que actuaron a esa hora esquivando al uniformado. Lo cierto es que a las 6.40 Cano fue asaltado. Tras sorprenderlo, los delincuentes lo llevaron al baño y lo ataron con precintos. Cuando revisaron la casa, encontraron la plata arriba de una mesa. ‘Antes de irme la dejé allí y estuve como 20 minutos tratando de desatarme. Una chica del ECO escuchó mis gritos y pidió ayuda. Creo que esto fue al voleo’, comentó la víctima.