Se trata de un sistema de transmisión de energía y un ingenio robótico capaz de subir por un cable vertical hasta los 1.000 metros de altura. La empresa LaserMotive logró trasladar el objeto hasta el final del cable en una excelente velocidad, lo que es un buen comienzo para la meta final: un asesor espacial con energía inalámbrica.
La NASA está interesada en la tecnología de transmisión inalámbrica de energía porque puede servir para suministrar electricidad a vehículos e instrumentos en la Luna, así como para aviones, satélites y vehículos espaciales, entre ellos los ascensores espaciales. En la Tierra, el número de posibles aplicaciones es casi infinito.
La empresa LaserMotive presentó el prototipo en un concurso organizado por la NASA y Spaceward, en el que competía con otros dos equipos, el Kansas City Space Pirates y el USST Team de Indiana.
Para el concurso se creó un circuito vertical mediante la suspensión de un cable de un helicóptero que volaba a 1.300 metros de altura y el uso de láseres de alta potencia para transmitir la energía. "El cable vertical de más de un kilómetro de altura es algo que nunca se ha hecho antes y en sí mismo es un logro", comentó Andrew Petro, director del programa Centennial Challenge, que incluye el concurso de transmisión de energía a distancia.
El prototipo de ascensor espacial de Laser Motive es enganchado al cable por el que ascendió un kilómetro propulsado por energía transmitida por láser. Increíble pero cierto: el invento parece demostrar que en el futuro no habrán más cables, motores ni poleas para trasladar objetos, y que las tecnologías inalámbricas tienen mucho más aplicaciones que la simple transmisión de datos.
