Bogotá, 29 de mayo.- Los desconocidos se llevaron al concejal Armando Acuña, quien se encontraba en el Palacio de Justicia de Garzón, unos 400 kilómetros al sur de Bogotá.
Al menos diez hombres ingresaron a ese edificio, donde se desató un tiroteo con los encargados de la seguridad, entre ellos un policía.
En medio del intercambio de disparos, que produjo pánico entre los vecinos y los empleados que a esa hora trabajaban, perdieron la vida los vigilantes Carlos Sierra y Fabio Ruiz, quienes enfrentaron a los atacantes.
También resultó herido el policía Henry Salzar, que posteriormente murió cuando era trasladado a un hospital de la localidad.
Tropas del Ejército y patrullas de la Policía iniciaron las labores de persecución de los atacantes, que según los mismos medios locales eran guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Jineth Rueda, una jueza municipal, dijo al diario El Tiempo de Bogotá que se salvó milagrosamente, pues cree que los presuntos guerrilleros de las FARC pretendían secuestrar a más funcionarios.
Agregó que la incursión "duró unos ocho minutos", un tiempo durante el que "no pararon las balas".
En el departamento del Huila hay una fuerte presencia de las FARC e incluso en varias oportunidades sus concejales han tenido que trabajar en sitios diferentes a los habituales porque la guerrilla los considera objetivos militares.
En 2006, esa guerrilla asesinó a nueve concejales del municipio de Rivera, también del Huila, que se encontraban en una sesión en un restaurante de esa población.
