A Sergio Godoy le costó conciliar el sueño en la noche anterior porque sabía que llegaba bien entrenado pero que tenía dos grandes rivales por vencer, el bicampeón Román Mastrángelo y su compañero del oro Panamericano, el rafaelino Mauro Agostini. “Sentí la presión porque se hablaba mucho de mis posibilidades y no quería fallarles a quienes confiaban en mí”, explicó.

Cuando se le consultó si este título era tan o más importante que el del Panamericano, Sergio aclaró que son similares. “Los pongo en el mismo nivel de mérito porque me despedí de la categoría Junior con esa victoria y ahora me despido de sub-23 con este de crono”, aclaró quien supo jugar muy bien al fútbol, pero se decidió por la bicicleta como herencia de su abuelo.