Un abuelo pasó de las muestras de cariño a los supuestos tocamientos impúdicos con su nieta de 11 años y terminó preso en la comisaría de Zonda. Su propia mujer, y abuela de la nena, lo pescó en el momento en que la estaba manoseando. Se armó un escándalo familiar, después ella misma lo denunció en la Policía en compañía de su hija, la mamá de la menor.
Fuentes judiciales revelaron que el sujeto, un changarín de 59 años que vive en la villa cabecera de Zonda, fue trasladado ayer al Segundo Juzgado de Instrucción donde se investiga una causa penal en su contra por delito contra la integridad sexual. Hoy será llevado de nuevo ante el juez. El caso se agrava porque en esta ocasión el presunto abusador es el propio abuelo de la víctima, que es menor.
Esto estalló el pasado 14 de este mes, cuando la nena y su madre fueron de visita a la casa de sus abuelos maternos. Era un encuentro familiar como todos lo que solían tener los domingos, hasta que el dueño de casa se llevó a su nieta de 11 años a otro sector de la vivienda. Dicen que se fueron a un dormitorio.
Todos creyeron que él jugaba o charlaba con la niña, pero aparentemente no era así. Pasado unos minutos, la abuela fue a verlos y quedó boquiabierta cuando entró a la habitación: descubrió que su marido estaba manoseando a la nena en sus partes íntimas, según fuentes del caso. La mujer desató su furia contra el sujeto y ahí nomás fue a contárselo a su hija, la mamá de la menor.
Al rato, ambas se presentaron en la Seccional 14ta y denunciaron al supuesto abuelo abusador. A mediado de la semana pasada el juez Pablo Flores, del Segundo Juzgado de Instrucción, dispuso la detención del changarín. Desde entonces, el sujeto quedó alojado en los calabozos de la comisaría de Zonda. Para colmo de males la coincidencia quiso que el hijo de este hombre, quien hacía días había llegado de Mendoza, cayera preso este domingo en esa misma comisaría. Una fiscalía de Las Heras pedía su captura por el delito de violencia de género. El muchacho fue excarcelado este martes.
