Las obras pictóricas del artista plástico Héctor Salinas ya recorrieron casi medio centenar de exposiciones, pero dos de sus últimos trabajos fueron los que más marcaron la historia de su profesión. Como guiado por la fe, dijo Salinas, pudo lograr la reconstrucción total de la imagen de la Virgen de Lourdes de La Laja, que había sido destrozada por vándalos y convertida en pedazos irreconocibles de yeso provocando una gran conmoción entre los albardoneros. Unos meses más tarde, y "gracias a la Virgencita", llegó a sus manos una segunda obra que le cambió el rumbo. Se trata de la restauración de la desgastada figura del Cristo de la parroquia San Juan María Vianney, de Villa Marini. Y fueron ambos trabajos y su trayectoria los que le valieron la distinción municipal como ciudadano ilustre de Santa Lucía, diploma que le entregarán formalmente el próximo miércoles.
En noviembre de 2008, la imagen de la Virgen de Lourdes, ubicada en el monte conocido como el de las Siete Vertientes, en La Laja, fue sacada de su gruta y destrozada. Los restos de la figura de yeso fueron encontrados a unos 70 metros de la gruta. Salinas, apenas se enteró del hecho, ofreció reconstruirla sin pedir ningún tipo de remuneración a cambio. Eso, a pesar de que nunca había realizado trabajos de escultura. La tarea le llevó dos largos meses. "Era como armar un rompecabezas gigante, pero la Virgen me fue guiando y lo pude hacer", comentó el artista. De esa manera, hizo un rejunte de piezas para armar la cara, las manos y los pies. Luego reconstruyó todo con yeso, tela mosquitera, cola de carpintero, enduido, alambre, papel, lija y pintura. Y con dos gemas pintadas con óleo y un acabado con barniz transparente hizo los ojos. La última tarea fue la de enmarcar la Virgen en un mural y pintarla.
En julio del año pasado, un par de meses antes de que la imagen de la Virgen volviera a su gruta acompañada con una caravana de fieles, desde la parroquia de la Villa Marini le encargaron a Salinas otra tarea relacionada con la fe. Se trató de la renovación de la pintura y reconstrucción de las manos de la imagen de Cristo ubicada en el altar. La figura, de poco más de un metro de alto, estaba muy desgastada de tantas caricias que había recibido de los fieles y de tantas procesiones en las que había participado a lo largo de varios años. El artista lo sacó de su cruz y lo llevó a su taller. Primero le hizo una limpieza general para poder observar los colores reales que estaban debajo de las huellas de los devotos. Luego reconstruyó las manos con pasta y enduido, las lijó y pintó. También colocó uno de los clavos de las manos que faltaba. Lo restante dependió sólo de la mano del artista, que tuvo que completar la pintura del cuerpo con fotos de distintas imágenes de Jesús crucificado.
Fueron estas dos historias las que llegaron a los oídos de los concejales santaluceños, quienes, mediante una ordenanza municipal, le reconocieron a Salinas (habitante del departamento) su esfuerzo y trayectoria. La entrega de la distinción de Ciudadano Ilustre será el próximo miércoles 2 de junio a las 19 horas en el Concejo Deliberante (Ramón Franco 650 Sur, Santa Lucía). Y luego habrá una muestra pictórica con una veintena de las obras del artista denominada "Pinceladas del Corazón", a lo que se sumará la actuación del grupo musical Ensamble Municipal y del ballet San Juan Nuestro Tiempo.
