Los equipos de Carlos Bianchi se caracterizaban por su sólida defensa. Este Boca va a contramano de esa premisa del Virrey. Un dato: en este semestre, a lo largo de los 15 partidos disputados entre Copa Libertadores y torneo Final el equipo recibió 23 tantos. Lejos quedaron en el tiempo cuando el arco de Agustín Orión sumó un estupendo invicto, bajo la conducción de Julio Falcioni. Después del 6-1 el sábado ante San Martín, ayer con nombres diferentes en la zaga, las falencias se repitieron para recibir un triplicado de goles mexicanos. Las fallas en el juego aéreo resultan alarmante y de hecho por esa vía llegaron un par de anotaciones aztecas. En la Copa Libertadores, el equipo afrontó seis encuentros y recibió siete goles en contra. Respecto de los puntos cosechados para meterse en octavos de final, sumó 9 de 18 es decir el 50%. Mientras que por el torneo Final, las estadísticas resultan aún más alarmantes: su arco fue vencido en 16 ocasiones en los 9 partidos que disputó. Con los puntos no le fue para nada bien, al acumular tan sólo 8 de las 27 unidades disputadas hasta el momento en el certamen local.
Ante tan bajo rendimiento, Bianchi ya se sabe que analiza dar de baja a varios de sus actuales defensores: Cristian Cellay, Franco Sosa, Matías Caruzzo y Clemente Rodríguez, suenan con fuerza para estar disputando sus últimos partidos con la camiseta azul y oro. El Virrey sabe que debe hacer cirugía mayor.
SACADO
El mal momento que atraviesa Boca genera situaciones de conflicto entre los jugadores. El pasado sábado en Concepción, en la caída 6-1 contra San Martín, se observó cómo Matías Caruzzo y Juan Sánchez Miño discutían. Incluso, en el vestuario se conoció que varios referentes del plantel le recriminaron al zurda cierta falta de actitud durante el juego. Ayer, en Toluca, y con otros protagonistas quedó ratificada la tensión de los futbolistas. Es que en un córner en contra en el segundo tiempo, el arquero, Agustín Orion, agarró de la camiseta a su compañero y defensor, Emiliano Albín, para ubicarlo en el primer palo. El lateral charrúa no se quedó callado y lo insultó al segundo capitán del plantel. Se trató de una muestra más de lo mal que está el grupo que conduce Carlos Bianchi, quien vive una actualidad para nadie imaginable cuando decidió volver a dirigir hace apenas cuatro meses.
