Pasado mañana el Estadio Aldo Cantoni, anteriormente conocido como el “Cubierto del Parque de Mayo”, vestirá como sus mejores galas. Otra vez el boxeo, como lo fue en su inauguración, el 1 de julio de 1967, será el motivo que el máximo escenario deportivo sanjuanino albergue las ilusiones de cuatro púgiles nacidos en esta tierra quienes empujados por el aliento de su público intentarán seguir escribiendo su propia historia dentro de la dura actividad pugilística.
El “Negrito” Mauricio Muñoz será quien estelarice la noche enfrentando al cubano Luis “La Estrella” Franco, en una pelea que determinará un retador oficial a la corona pluma de la FIB (Federación Internacional de Boxeo) que es propiedad del australiano Willy Dib.
Otro sanjuanino, Gregorio “Goyo” Peralta fue quien inauguró el estadio. En una pelea para el olvido tal cual lo relata la crónica del DIARIO DE CUYO (“Espectáculo bochornoso”) en la que venció por puntos a Hugo Daniele, en diez asaltos.
Desde entonces, hasta ahora, por el “Cubierto” pasaron los mejores boxeadores sanjuaninos. Allí Raúl Venerdini venció a Carlos Aro (20/08/1971). Sobre un cuadrilátero montado en el centro de la cancha de hockey sobre patines (deporte que lo hizo conocido mundialmente), Víctor Echegaray logró grandes victorias como ante el chileno Benedicto Villablanca o aquella recordada recuperación de la corona nacional de los liviano juniors (hoy superpluma) cuando derrotó por puntos a Gerónimo Riani (07/11/1980). A los dos últimos campeones nacionales y sudamericanos absolutos, se sumó luego Mario Cabello que obtuvo la corona argentina, interina, de los supergallos, el 5 de agosto del 2000 cuando batió por puntos a Antonio Martínez.
No sólo los sanjuaninos, campeones o no, pelearon en el templo deportivo sanjuanino. También lo hicieron varios campeones mundiales. El cordobés Gustavo Adolfo Ballas ganó el título latinoamericano de los supermoscas el 15 de mayo de 1987 derrotando por puntos al peruano Eloy Alca en la pelea que más gente convocó. Ese día pagaron entrada 13.000 personas. Mucha gente miró la pelea parada en la segunda o tercera fila de los pasillos de plateas y populares.
Nicolino Locche le ganó a Carlos Peralta, Víctor Cuello combatió antes de ser monarca ecuménico y Hugo Corro, en similar situación, despertaron la admiración del público.
Quienes pasaron por San Juan y pelearon en el Cantoni luego de haber sido campeones, caso Ballas y Locche, por ejemplo, fueron en tiempos más cercanos Raúl Horacio Balbi (venció al tucumano Adán Gerez) y Carlos Baldomir, el único que peleó con un púgil local: el 19 de noviembre de 2010 venció por puntos a Amilcar Funes.
La última velada importante fue la que estelarizó hace medio año Omar Narváez, en la misma Mauricio Muñoz y Fabián Orozco fueron preliminaristas. La diferencia es que este sábado, los dos sanjuaninos cargarán en sus puños la fortaleza de una provincia que busca y merece tener un campeón mundial. Están cerca. No pueden solos. Necesitan y esperan el aliento de toda su gente, como en las grandes veladas en el Cantoni.
