Hay que ir sin apuros y con ropa cómoda. Sentarse o recostarse sobre un almohadón o colchoneta, cerrar los ojos y dejarse llevar por estos instrumentos ancestrales: bowls confeccionados con una aleación de metales, que al ser frotados con varillas de madera, emiten sonoridades y vibraciones particulares. De esto se trata -apenas en principio- el concierto público de cuencos tibetanos, que hoy tendrá lugar por primera vez en San Juan. Gong, campanas tibetanas y tubulares, pines y tingshas también sonarán en esta sesión, que si bien tiene mucho de artístico y musical, nació en oriente con un fin espiritual: devolverle la armonía a quienes se entreguen a su encanto.
Realizados artesanalmente, los cuencos producen una gama de sonidos armónicos o sobretonos (un sonido fundamental del cual se desprenden otros más agudos) que perduran por largo tiempo expandiéndose por todo el ambiente y cambiando la vibración de su entorno.
Mauricio Cambiaggio, oriundo de La Plata y radicado en Córdoba, será quien esté a cargo de este concierto, que llega a la provincia de la mano de Graciela Miranda, una reikista que lo experimentó en otras tierras y que -fascinada con el resultado- decidió compartirlo con los sanjuaninos. La cita es hoy en El Salto (Coll 287 Oeste, Rivadavia) de 9.30 a 12.30 y la entrada cuesta $60.
