Los chicos se sorprendieron con los muñecos gigantes que estaban al lado del escenario. Y trataron de adivinar a quiénes representaban, aunque pocos lo lograron. Es cada uno representó a un santo diferente, desde Santa Marta hasta Santa Cecilia. Pero la presencia de estas figuras no fue lo único que asombró al público infantil. Le resultó más sorprendente aún verlos desfilar al ritmo de música disco. Esto ocurrió ayer en la tarde, en la cancha del Club Atlético Trinidad, en Rawson, donde se llevó a cabo el cierre de la Peregrinación de Niños y Familia. Y donde los santos desfilaron para mostrarle a los chicos la alegría que provoca vivir con Jesús.
Los chicos ingresaron al club y de inmediato buscaron sentarse lo más cerca posible del escenario. Es que los organizadores de la peregrinación les dijeron que iban a presenciar una fiesta en el cielo. Y así sucedió.
San Juan Bautista fue el encargado de poner en marcha la fiesta y de presentar a cada uno de los santos para que desfilara. Los chicos aplaudieron a todos, pero cuando hizo su entrada San Juan Pablo II, todos se pusieron de pie y aplaudieron y gritaron con entusiasmo.
La fiesta duró menos de 15 minutos, pero ese tiempo fue suficiente para que los niños aprendieran la lección. Cuando el locutor preguntó porqué todos los santos estaban tan felices, los chicos respondieron a viva voz ’porque viven con Jesús’.
Terminada esta puesta en escena comenzó la misa, a cargo de Monseñor Alfonso Delgado. Y los chicos participaron de la misma con igual entusiasmo que al comienzo de la peregrinación, pese a que llevaban más de cuatro horas participando de esta manifestación de fe.
A las 19,30 comenzó la desconcentración, pero algunos chicos prefirieron quedarse en en las instalaciones del club. Aprovecharon sus restos de energía para jugar un partido de fútbol en la cancha del lugar. Y otros optaron por compartir un picnic con los amigos, y las últimas provisiones que les quedaban en las mochilas.
