Se levantó temprano y no paró hasta la noche. Fue un día muy movido para Delpo, quien durmió poco. Es que tras los festejos el lunes por la noche, el nuevo campeón del US Open ayer por la mañana, desde las 8, fue a cumplir con varios compromisos, incluido el ritual de fotos en el escenario neurálgico de la Gran Manzana, como suele conocerse a Nueva York: el Empire State.

Primero estuvo en tres programas de TV, donde contó algunas anécdotas de la final. Y luego subió al Empire States para hacer las fotos, siempre con la copa en mano.

Por la tarde, Delpo asistió una charla en un local de ropa deportiva, en el que ejerció de anfitrión el tenista estadounidense John McEnroe. Allí Del Potro tuvo ocasión de recibir aplausos y vítores de algunos compatriotas que visitaban el establecimiento. En la noche, cenó y brindó con champagne en un restaurant de la Tercera Avenida.

"Esto es un sueño y de hecho me cuesta entender lo que me está pasando. Cuando llegue a mi casa, tranquilo, voy a tomar conciencia", dijo en una entrevista.

Precisamente, el regreso será hoy por la mañana a Ezeiza (se estima que arribará a las 8) y se espera que brinde una conferencia de prensa. En Tandil, donde se hizo larga la celebración por la conquista, aguardan a Del Potro para pasearlo en una autobomba, pero no saben cuándo será eso por los compromisos que tendría el jugador en Capital Federal.