Tras recaudar 44 millones de dólares en la taquilla estadounidense, desde el jueves pasado, Noé llega hoy a las cadenas locales del Play Cinema (Patio Alvear) y Cinemacenter (HiperLibertad). Con el gran Russell Crowe como el carpintero que recibe el llamado de Dios y Anthony Hopkins en el rol de Matusalén, el hombre que más tiempo vivió en la Tierra; la arriesgada propuesta sobre el diluvio universal, flota en las aguas de la polémica.

Basada en el relato bíblico, el guión gira en torno a las visiones apocalípticas de Noé que, dirigido por Dios, tiene que construir una enorme arca para poder salvar a su familia y a varias especies de animales. El detalle es que esta versión, generó controversia en grupos religiosos que afirman que no fue contada correctamente. En varios países islámicos, incluso, fue censurada porque retratar a un profeta es un tabú, las autoridades de varios países en el Medio Oriente, incluyendo Catar, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos, ya anunciaron la medida.

Por las dudas, para bajar el tenor de la polémica, Paramount Pictures agregó un aviso en los anuncios promocionales de esta inversión de 125 millones de dólares, en el que advierte que los realizadores "se tomaron algunas libertades artísticas".

Pero el protagonista de héroes medievales como Gladiador y Robin Hood está feliz con el producto, el primer film de una serie inspirada en historias de la Biblia que también traerá a Christian Bale como Moisés. Tanto así que se comunicó con el papa Francisco vía Twitter: "Querido Santo Padre, el mensaje de Noé es poderoso y fascinante". "¿Le gustaría ver el film?", le escribió el actor invitándolo a verla. En una segunda misiva, Rusell hasta se ofreció a ir al Vaticano: "Querido Santo Padre, nada me daría más placer que ir a mostrarle el film".

Y el director no se quedó atrás: "¡Qué idea maravillosa Russell Crowe! Me encantaría presentárselo a Su Santidad", colocó Darren Aronofsky, en su cuenta.