Romina Gómez (23) y Juan Manuel Moyano (28) empezaron a diseñar y estampar juntos en remeras y con stencil, hace un año cuando se conocieron. Hace 6 meses se casaron y del mismo modo vertiginoso que su relación, creció su proyecto propio: la historia de Aves de Paso, la marca que el matrimonio está por patentar, ya es archiconocida en las redes sociales y en las ferias de diseño, y sus accesorios realizados en lona impresa ya han integrado envíos de ventas al por mayor a San Luis, Mendoza y Comodoro Rivadavia. ‘Trabajamos en lona de cartelería, le estampamos diseños divertidos y exclusivos, hacemos los moldes, los cosemos y hacemos baberos, bandoleras, bolsos, llaveros, pad para el mouse de la compu, y próximamente van a salir billeteras, delantales, individuales, portachupetes y cambiadores para bebés’’, dice Romina, que admite que el inminente nacimiento de su primogénita Lola la inspiró en algunos productos, que sugestivamente son los que más éxito tienen.
Desde el principio, la pareja compartió las ganas de emprender un proyecto en común y empezaron a estampar remeras, que luego vendieron a través de contactos en Facebook. ‘Luego empezamos a hacer bolsos de lona impresa, pero ella quedó embarazada he hicimos baberos. Los subimos a Facebook y tuvimos mucho éxito, recibimos pedidos y empezamos a mandar a domicilio. Ahí fue cuando pusimos un puesto en el Paseo de los Artesanos y luego empezamos a ir a las ferias de emprendedores’, cuenta Juan Manuel, que es preventista (distribuidor de cigarrillos) por las mañanas, y en la tardes se zambulle en casa junto a su mujer para confeccionar los accesorios.
‘Creo que el éxito es que hacemos todo el trabajo personalizado. Trabajamos por encargo, la gente puede mandarnos sus diseños o sus ideas y nosotros las plasmamos en los productos. Nuestro trabajo se destaca porque realizamos uno o dos productos del mismo diseño, para mantener la originalidad’’, contó Romina,
‘La costura y diseño, es de ella. Yo me encargo también del diseño y de la venta’’, agrega Juan Manuel que ya realizó una importante inversión en el negocio y no descarta en un futuro dedicarse a pleno. La pareja cuenta que ya tiene stock armado, y está vendiendo a pleno. De a poco van incorporando otros materiales como corcho, ahora buscan a una mujer que los ayude con la costura, y en sus sueños figura dar el salto y tener un local propio: ‘un lugar donde la gente pueda comprar diseño independiente, y que tenga opciones variadas’’, dice Romina.
