Un enólogo de 49 años está detenido y es investigado por una acusación gravísima: haber violado a su propia hija entre los 13 y los 17 años. Fuentes judiciales aseguran que en su versión de los hechos, la niña señala que además de ultrajarla sexualmente, la corrompió reiterando esos abusos en el tiempo, mostrándole pornografía y llevándola a hoteles por hora en los que cobraba a eventuales clientes por sus servicios sexuales. Tan pervertidas son las maniobras que le atribuyen al sospechoso, que en el relato de la jovencita se menciona que su propio padre le prometió que no abusaría más de ella siempre y cuando le "entregara en bandeja" a una amiga suya que le atraía. O le aconsejó que tuviera relaciones con su propio hermano, "porque no estaba mal".

Los trazos generales de esa grave acusación los hizo conocer la víctima con la asistencia de su madre y un abogado, que formuló un escrito y lo presentó en la fiscalía de Instrucción dirigida por el fiscal Daniel Guillén, dijeron fuentes judiciales. Luego de esa denuncia, desde la fiscalía se pidió a la juez María Inés Rosselot (Quinto Juzgado de Instrucción) que se recabe todas las evidencias que sirvan para constatar la existencia del delito y la posible vinculación del sospechoso.

Así, se solicitaron testimonios, un examen médico y otro psicológico de la denunciante para corroborar si existen lesiones físicas y las huellas de daño psíquico propias de una situación abusiva. Y también el secuestro de todo material que pueda contener pornografía, como revistas, computadoras o cualquier otro soporte informático, precisaron las fuentes.

Todo se descubrió el pasado 8 de agosto cuando la abuela de la chica recibió un llamado anónimo de un hombre que la puso al tanto de que su nieta era abusada por su padre y que éste la hacía prostituir en hoteles por hora. De inmediato la mujer llamó a su nieto, fueron a buscar a la chica que estaba en casa de su padre en Chimbas (la pareja de progenitores está separada), la llevaron al Parque de Mayo y allí, luego de una primera negativa, la chica les contó todo y aseguró que antes no dijo nada porque estaba amenazada.

Pronto, la familia se estremeció con el relato de su violento debut sexual con su padre en un hotel alojamiento. O la vez que fue a visitarlo y la esperaba con un sujeto y entre ambos abusaron de ella en una habitación de la casa del sospechoso, ambientada con luces o música. O cuando volvió a cobrar por sus servicios en un hotel alojamiento, el mismo en el que la llevó al menos otra vez para volver a violarla.

También relató que hacía ver pornografía, que una vez amenazó y quiso abusar de su amiga (a quien quería servida "en bandeja" para no ultrajarla más a ella), y que la inducía a mantener relaciones con su hermano. El sospechoso fue detenido y ante la juez se negó a dar su versión de los hechos.