"Le gustaba pescar, nadaba muy bien, no se cansaba nunca… siempre le dije que nunca se metiera acá cuando algo se le tranque", decía ayer Ricardo Castaño (44) mientras esperaba angustiado que el oficial Daniel Domínguez y el agente Leonardo Cobarrubia (buzos de bomberos) ubicaran en las aguas del dique el cuerpo de su hijo Gerardo Gastón Castaño (22 años, estudiante de último año en Educación Física). Ayer en la tarde fue con su hermano Mariano a pescar hasta el Castillito, cerca del paredón del dique de Ullum, pero Gerardo sufriría una mortal desgracia: al intentar sacar una boya que se le atascó a unos 20 metros, se metió al agua pero al volver, al parecer sufrió un calambre que lo hundió y selló su destino.
La tragedia ocurrió a las 17:30 apenas los hermanos llegaron en moto desde su casa en Pocito hasta ese lugar. La pesca nunca se concretaría porque en el primer lance de la caña, el sedal y la boya se soltaron y cayeron al agua.
"Yo vi al muchacho que iba a meterse y le dije que no lo haga. Vas a ir y no vas a volver porque está muy lejos, le dije. Es más, hasta le ofrecí regalarle la boya mía pero no me hizo caso", contó Jorge Gustavo Escobar (31), pescador y testigo del accidente.
Pero el joven no hizo caso y se metió, confiado. Logró su cometido, destrabó la boya e intentó regresar a la orilla, pero cuando volvía tuvo un problema y se hundió. A las 20:30 de ayer dieron con su cuerpo. Estaba a escasos metros de donde lo vieron por última vez y a unos 6 metros de profundidad, dijeron en la policía.
"Mi hijo era muy bueno y guapo. Estaba en el último año de Educación Física. Trabajaba los fines de semana poniendo música y hacía cualquier cosa para costear sus estudios… no sé que pudo haberle pasado", decía entre lágrimas su padre, quebrado a la orilla del dique.
