En el banco, no vio nada extraño, asegura. Tampoco en la vereda, en el estacionamiento ni en ese largo trayecto que hizo desde el centro hasta Rivadavia en su viejo Fiat 1600. Eso sí, dos cuadras antes de llegar a su casa, José Poblete observó por el espejo retrovisor a dos motos con unos jóvenes que venían por detrás. No les dio importancia, después le entró la preocupación cuando bajó de su coche y se encontró cara a cara con uno de esos sujetos que le preguntó por una persona que ni existe en el barrio. Ahí, Poblete pensó por dentro suyo: "Estos me vienen a asaltar". No alcanzó a reaccionar que ya tenía al delincuente encima, y luego a su cómplice, que en el forcejeo en el piso y a golpes le sacaron su billetera con los 1.000 pesos que minutos antes había cobrado de un banco céntrico y otros 700 pesos que eran suyos, además de documentación personal.

La ocasional víctima de la "salidera bancaria" fue José Andrés Poblete (66), un suboficial retirado de la Policía Federal que ayer fue a cobrar la pensión de su madre a la sucursal del Banco Credicoop, en Mitre y Mendoza, en pleno centro capitalino.

Poblete había ido al banco a las 8, pero no pudo cobrar porque le faltaban un papel. Volvió más tarde. "Adentro no había casi nadie. Retiré la plata por ventanilla y me fui tranquilo", relató. Calcula que salió a las 11.20. Caminó por Mendoza, compró golosinas y buscó su auto Fiat 1600 en un estacionamiento. En el trayecto pasó por un comercio, pero no se detuvo y tomó rumbo a Rivadavia. Cuando estaba llegando a Villa San Roque, miró por el retrovisor y observó a dos motos detrás. Poblete siguió y estacionó su coche en la puerta de su casa, a metros de la esquina de Pueyrredón y Curapaiti. "Me bajé y apareció un joven que me preguntó: ¿no sabe dónde vive un tal Miranda? Le dije que no lo conocía. Él camino unos metros y volvió. Ahí me dije, éstos me vienen a asaltar". No se equivocó. Poblete trastabilló en la acequia y cayó, y el asaltante se le abalanzó. El ex federal alcanzó a darle una trompada, pero un segundo ladrón le pegó unas patadas en el rostro y la espalda. En esos instantes le quitaron la billetera con 1700 pesos y sus documentos. Poblete gritaba. Entonces salió su hijo, que golpeó y persiguió a uno de los ladrones. Luego entraron en acción otros dos delincuentes, que desde lejos arrojaron piedras hasta que los dos primeros asaltantes zafaron y así huyeron a bordo de dos motos.