Los destinos de Oscar José ‘Cafú’ Herrera (20) y el exbombero de la Policía Juan Flores (44), se cruzaron de una manera trágica el miércoles en la noche en una propiedad del exuniformado en la Villa Morrone, Chimbas. Allí, Flores mató de un tiro en la nuca a Herrera con un rifle calibre 22, dijeron fuentes policiales y judiciales. El joven quedó tirado en una suerte de callejón dentro de la propiedad del supuesto homicida. ¿Cómo ocurrió el crimen? Las versiones de una y otra parte son contradictorias. El propio Flores declaró ayer ante el titular del Cuarto Juzgado de Instrucción, Martín Heredia Zaldo, que disparó sin tener intención de matar y lo hizo en respuesta a un supuesto disparo que efectuaron el joven asesinado y al menos otro más que huyó, a quienes sorprendió en una casa en construcción que es suya en calle Nueva Argentina al 8741.
Según fuentes ligadas a la investigación, Flores aseguró que había ido como siempre a visitar a dos mujeres parientes suyas, a quienes les presta una casa que está pegada a la otra en construcción donde ocurrió el crimen.
También dijo que sobre las 20,30 del miércoles escuchó ruidos y salió a ver por el fondo. Que entonces escuchó ‘tirale’ y vio un fogonazo en su dirección. Según ese relato, tras ese supuesto disparo fue hasta su combi, sacó un rifle y, ya por el frente de la vivienda, disparó, pero al aire.
Vecinos del lugar dijeron ayer que además del fallecido pudo haber otros dos sujetos y que todos salían de la casa. Y que escucharon tres disparos previo a que Herrera apareciera muerto.
El expolicía también declaró que en esa casa en construcción le habían robado varias veces y que por esos hechos había realizado al menos 5 denuncias.
Según la Policía, en la planilla prontuarial de la víctima figuran algunos arrestos cuando era menor y también una causa por arrebato en el Tercer Juzgado de Instrucción. Pero su familia asegura que no era ladrón, que lo mataron injustamente y lo arrastraron desde la calle hasta la casa de Flores (ver página 9).
Apenas ocurrió el hecho, el juez Heredia Zaldo se trasladó a la escena del crimen con su secretario Adrián Elizondo y un grupo de colaboradores. Al lugar también llegó la fiscal Ana Lía Larrea, precisaron voceros del caso.
Fue el trabajo conjunto de los pesquisas judiciales con efectivos de la seccional 26ta lo que permitió establecer que el sospechoso del homicidio era Flores. Y que podían hallarlo en su casa de la Villa Seminario, en Rivadavia.
‘Yo soy el que se mandó la c…’, les dijo Flores a los pesquisas cuando llegó a su casa en un auto y evitó así que derribaran sus rejas. Luego les entregó el arma usada en el homicidio, precisaron los voceros.
Ayer en la mañana, el juez Heredia Zaldo le imputó a Flores el delito de homicidio agravado por el uso de un arma de fuego, agravante que eleva en un tercio el mínimo y el máximo previstos para el homicidio simple.
Así, el juez parece echar por tierra la explicación del policía de que mató, pero en su defensa.
