Así, la mayoría cargó con todo lo que pudo hacer entrar en sus vehículos y desde el medio día el fuego ya estaba presente en las parrillas. Algunos incluso habían pasado de largo con el festejo de la noche y sin acostarse se habían ido directamente al camping más cercano, como habían hecho varios grupos que estaban en el Camping del Dique Avalos, de Albardón, que estrenó remodelaciones justo ayer.

Con sus reposeras, mantas, mesones, conservadoras, varios kilos de carne y muchos salvavidas y pelotas inflables para los niños más chicos, la gente optó por pasar el día de Navidad al aire libre y un poco más fresca que en casa. Con sólo los hijos, como fue el caso de los Guevara Velez; o con nietos, sobrinos y amigos incluidos, como el caso de los Marinero Plaza, muchas de las familias chimberas eligieron el Complejo Parque Norte.

Un poco más al Norte, las instalaciones del Camping del Dique Avalos, ubicado en Las Tapias, Albardón, ya estaban saturadas poco después de las 14 y, si bien seguían dejando entrar gente, tenían que dejar sus autos afuera porque ya no había estacionamiento.

Pasadas las 15 horas, decenas de cabezas se asomaban por encima de las aguas de las piletas tanto de este camping albardonero como de las del Richet y Zapata, en Santa Lucía, y del Complejo Parque Norte, en Chimbas. Mientras tanto, el olor asado seguía saliendo de los parrilleros.

El menú más repetido y preferido por la mayoría fue el pollo asado, las costillas de cerdo y de vaca y hasta el chivito y los chorizos. Aunque en las mesas tampoco faltaron los tradicionales sánguches, las ensaladas, los arrollados, las empanadas, los restos de las comidas que habían sobrado de la noche anterior, y mucha bebida fresca para apaciguar un poco el calor.