Después de haber jugado un partido a benefició en Panamá, Lionel Messi viajó a Haití, uno de los lugares más pobres del mundo, donde el astro argentino jugó ayer un partido de fútbol como embajador de buena voluntad de Unicef durante una visita a Puerto Príncipe y se encontró con niños afectados por el terremoto que en enero pasado azotó la capital haitiana.
Esta es la primera misión del rosarino como enviado de Unicef, que fue nombrado el 11 de marzo. Después que antenoche su presencia volviera eufóricos a todos en Panamá, el 10 del Barcelona y la Selección argentina decidió ayer estar también presente en Haití.
El deportista recorrió "Carrefour Aviation", un campamento donde viven 50.000 haitianos que perdieron sus hogares durante el terremoto del 12 de enero. El sismo de 7 grados en las escala de Richter que sacudió la capital haitiana y varias ciudades próximas causó unos 300.000 muertos, otros tantos heridos y 1,5 millones de damnificados.
En el campamento, Messi fue parte de un "picadito" e interactuó con niños que participan en un programa de actividades deportivas gestionado por el Comité Olímpico de Haití y apoyado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Messi, quien interrumpió las vacaciones que disfrutaba tras disputar el Mundial de Fútbol con la selección argentina para viajar a Haití, también visitó a los miembros del contingente argentino de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah).
Antenoche fue la primera aparición pública de Messi luego de la eliminación de la Selección en Sudáfrica. Fue en un partido disputado en Panamá entre "Amigos de Messi" y otro combinado denominado "Resto del Mundo". Junto a Palermo, Ortega y Gabriel Milito entre otros, el equipo de Lionel ganó 6 a 4, con 3 goles de la estrella de Barcelona. Los panameños, eufóricos.
