La Unión Vecinal de Villa del Salvador, en Angaco, es quizás la más grande la provincia. Es un ‘monstruo’ que alberga en su predio central de 15×90 metros una cancha de paddle; otra de fútbol 9 (con tribunas, iluminación y riego por aspersión); una más de hockey sobre patines y de bochas, la cual posee medidas reglamentarias para disputar torneos locales y nacionales. Posee también dos salones, el mayor con capacidad para unas 170 personas, un servicio de lunch para 200 personas, un albergue con 18 camas, parrilleros y sanitarios renovados. Por si fuera poco, la entidad tiene otro predio de 12 hectáreas en otra parte del departamento que utiliza la agrupación gaucha Cacique Angaco para practicar sus destrezas. Y cerca de la sede central hay una casa equipada con una pequeña biblioteca y 10 computadoras con acceso a internet. Y según Manuel Rivero, su actual presidente, ‘todo lo que hay está al servicio del socio y también para todas aquellas personas que tampoco lo sean. Nuestra meta es integrar y darle un beneficio a toda comunidad’.
La institución surgió el 23 de febrero de 1966 y los vecinos de ese entonces se reunían en el Consejo Deliberante del municipio angaqueño. Luego, se reunían donde funcionaba una usina eléctrica y que ahora es el predio central que ocupa la unión vecinal. ‘En 1972 se inauguró el sistema de agua potable con la primera planta y en el año ’85 nos cedieron este lote. Así se fue construyendo de poco lo que hoy es la unión vecinal y ya en el año 1996 empezamos con los bailes de carnaval’, comentó Rivero. Y agregó :’uno de nuestras actividades más fuertes son los campeonatos de fútbol nocturno, que duran meses y que nos ayuda mucho con el tema de los fondos para más obras. Pero siempre se apostó a los chicos; tenemos escuelas de fútbol infantil, clases de danzas, yoga y guitarra. Hay dos abogados para asesorar a los socios, un fisioterapeuta, una esteticista y tenemos un convenio con UPCN, que le ahorra muchos inconvenientes al socio a la hora de hacerse atender con un médico’.
Orgulloso, el presidente de la entidad cuenta además que fueron los primeros en traer al cantante Chaqueño Palavecino en sus inicios, allá por el año ’98. ‘Las últimas dos fiestas del Olivo se realizaron aquí. Con el Chaqueño y las dos celebraciones hubo alrededor de 10.000 personas y nunca tuvimos un solo problema’.
Pero más allá de los logros del pasado, la comisión actual tiene otra meta en lo mediato: ‘construir un salón para 500 personas. Trabajamos con 8 escuelas de la zona y nuestra meta es darle a la comunidad un lugar donde puedan realizar sus actividades en un lugar cubierto’, contó el presidente.
