River se despidió anoche de su público venciendo a Argentinos por 1-0, aunque gracias a un gol en contra de Sergio Vittor. Los dirigidos por Ramón Díaz cortaron así una racha de 8 partidos sin victorias en el campeonato local, la que se extendió a 10 teniendo en cuenta sus últimos encuentros en la Copa Sudamericana, contra Lanús.

La primera parte del partido fue totalmente deslucida, ya que ambos equipos parecieron despreciar los puntos en juego. River esbozó una mínima idea en los primeros instantes, buscando la tenencia del balón, aunque pudo más su imprecisión a lo largo de toda la etapa y no generó un solo tiro al arco. Así de patético.

Argentinos, por su parte, se replegó bien, aguantó en su campo esperando alguna acción que le permitiera llevar algún tipo de peligro a los últimos metros, aunque apenas llegó con un tiro de media vuelta de Enrique Triverio que pegó en la parte externa de la red, a los 8 minutos, y algunos centros sin destino.

El local consiguió mejorar sin embargo su andar en el segundo período a partir de los cambios que introdujo Díaz, ya que el ingreso de Carlos Carbonero por derecha y el de Osmar Ferreyra sobre el lateral izquierdo, le permitieron acercarse de otra manera al arco rival. A los 16, Manuel Lanzini cedió desde la izquierda hacia el área, Teófilo Gutiérrez la dejó pasar, la bola le quedó a Carbonero y éste, de primera, habilitó a su compatriota, quien remató alto. River creció sobre el terreno, y de un lateral jugado rápidamente llegó la apertura del marcador. Jonathan Maidana sacó para Carbonero y el cafetero metió un centro bajo que Vittor, en su afán por despejar, terminó introduciendo en su propia valla, a los 28. Fue un merecido premio para River en el marco de un cotejo discreto, teniendo en cuenta que fue el que más intentó, el que más buscó, y que pudo haber ampliado la diferencia con un tiro de Carbonero que Migliore desvió espectacularmente al córner, a los 40. El visitante tuvo la chance de empardar sobre el final valiéndose de pelotas paradas, pero no inquietó a Barovero.