Rosario, 25 de abril.- Newell’s y Tigre abrieron la fecha 15 del Torneo Final en el Coloso Marcelo Bielsa. A pesar de estar afuera de la pelea por el título, una multitud llegó al Parque de la Independencia para apoyar al golpeado conjunto “leproso”. En tanto, los conducidos por Fabián Alegre arribaron a Rosario con la idea de seguir huyendo del descenso, y para ello debían sumar al menos un punto.

Sólo habían transcurrido 120 segundos cuando Éver Banega dejó a dos hombres en el camino y probó con un remate cruzado que se fue demasiado ancho. Desde el principio, el “Rojinegro” se encargó de amenazar a su adversario, enviando un claro mensaje: a pesar de estar lejos de la punta, la esencia seguiría siendo la misma.

A pesar de los disparos de Lucas Bernardi y Ezequiel Ponce, el entretiempo entregó un 0 a 0 que conformaba más a la visita, que al combinado de Ricardo Lunari. En la primera etapa, todo el sacrificio lo había hecho el local, dado que el club del norte del conurbano bonaerense simplemente apostó por algún contragolpe comandado por Matías Pérez García.

En el complemento, una individualidad rompió todos los pronósticos del encuentro. Lucas Wilchez tomó la pelota detrás de la mitad de la cancha y comenzó una carrera notable hasta llegar al área contraria, donde fue derribado por Gabriel Heinze. Como alguna vez lo hizo Maradona en el Mundial de México o Lionel Messi frente al Getafe, el platense se deshizo de cinco marcas hasta que el “Gringo” lo frenó con falta. El penal sancionado por Darío Herrera fue intercambiado por gol, aunque el ejecutor fue Ariel Nahuelpan. Sin merecerlo, la visita se ponía en ventaja.

Sin embargo, cinco minutos después de la sorpresa que había enmudecido a la mitad de Rosario, Raúl Villalba buscó a Enzo Beloso para que éste envíe un centro de primera. Ezequiel Ponce aprovechó el descuido defensivo y con un frentazo de pique al suelo dejó sin posibilidades a Javier García. El 1 a 1 ya se ajustaba más a lo que acontecía dentro del terreno de juego.

No conforme con el empate, la delicada pegada de Éver Banega sirvió para que Newell’s revirtiera un marcador tan adverso como inesperado. El volante de la Selección de Alejandro Sabella se hizo cargo del balón, avanzó unos metros y desde lejos la colgó del ángulo. El 2 a 1 representó la viva imagen de la resignación de Tigre. El gesto del arquero y la pasividad de su entrenador marcaban la hipótesis sobre la resolución del choque: el triunfo se vestía de rojo y negro.

El marcador habría sido más abultado si David Trezeguet hubiese estado más fino a la hora de definir, dado que en tres oportunidades el ex campeón del mundo no pudo quebrar la resistencia de García. Los tres puntos les servirán a los de Lunari para mejorar en el aspecto anímico y concluir de la mejor manera la temporada, mientras que en Victoria reinará la preocupación, porque si se dan algunos resultados, Tigre podrá ser superado por Colón, Godoy Cruz y Rafaela en el promedio.