Mafalda, la niña que nunca creció, es un personaje infantil que hace reflexionar a los adultos con pensamientos que no pierden actualidad. Esta obra permite revivir gratos momentos a partir de la lectura de la historieta. A Mafalda, la obra del recientemente fallecido Quino, se la puede ver su vestido verde claro que hace juego con el moño de su cabello, sentada en un banco de plaza, de madera, pintado de blanco. Los pies le caen hacia la vereda, sin tocarla. La esquina de Chile y Defensa recibió al personaje tan querido y tan porteño. Quino la llamó Mafalda, la rodeó de una familia tradicional y una pandilla de amigos con características personales que hacían recordar las distintas culturas que se daban cita en cualquier barrio porteño. En realidad ese, el de San Telmo, fue siempre el vecindario de adopción de Quino. A pocos metros de esta esquina vivió muchos años y alimentó este personaje y sus clásicas tiras humorísticas. La escultura fue realizada con técnica epoxi reforzado policromado por el artista Pablo Irgang.
