�Abogado de profesión e iniciado en la política en el peronismo neuquino, Oscar Parrilli (63 años) se convirtió en ‘la sombra‘ del matrimonio Kirchner por ser uno de los hombres más cercanos en la organización diaria del Gobierno como secretario General desde 2003, rol que ahora cambiará por el de jefe del Servicio de Inteligencia (SI), un área sensible y en el último año de mandato de Cristina. Parrilli nació el 13 de agosto de 1951 en San Martín de Los Andes, Neuquén, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1976, se especializó en Sociedades Comerciales y en gestión empresarial en la Universidad del Comahue; es casado y tiene cuatro hijos. Comenzó en la política en los años setenta como militante del PJ en Neuquén, con el retorno a la democracia fue electo diputado en Neuquén en el período 1983-1987, fue titular del PJ neuquino entre 1988-1993 y en 1989 fue electo Diputado Nacional por la misma provincia. En 1991 fue candidato a gobernador de Neuquén por el PJ que a nivel nacional liderada Carlos Menem, aunque perdió esas elecciones frente al candidato del MPN, Jorge Sobish. Electo diputado nacional, su imagen votando a favor de la privatización de YPF fue motivo, con el tiempo, de numerosas críticas. Hasta 2003 no ocupó cargos públicos, volviendo a su actividad de abogado y realizando actividades comerciales. Desde 1998 fue uno de los integrantes del Grupo Calafate, espacio liderado por el entonces gobernador de la provincia de Santa Cruz, Néstor Kirchner y en 2003 cuando fue electo presidente, Kirchner lo designó Secretario General de la Presidencia, cargo que ocupó hasta ayer.