A Galileo Galilei se lo considera el “padre de la astronomía moderna”, entre otros títulos que lo muestran como un adelantado en su época. Fue astrónomo, filósofo, matemático y físico pero como buen hombre del Renacimiento mostró interés por la música, la literatura y la pintura.

Siendo muy joven, descubrió la ley de la isocronía de los péndulos, primera etapa de la que será el descubrimiento de la mecánica. También reconstruyó la balanza hidrostática de Arquímides o bilancetta e inventó el pulsómetro, un aparato que ayuda a medir el pulso y suministra una escala de tiempo. Entre sus descubrimientos figura la cicloide con la que dibuja arcos de puentes, la ley del movimiento uniformemente acelerado y la demostración de que los proyectiles siguen, en el vacío, trayectorias parabólicas.

En 1606, construyó un termoscopio, el primer aparato de la historia que permite comparar de manera objetiva el nivel de calor y de frío. En los años siguientes estudió las estructuras de los imanes y su gran logro: la mejora e invención del primer telescopio que aunque rudimentario y con errores técnicos con el tiempo pudo subsanar.

Le siguieron cientos de descubrimientos y críticas de la sociedad religiosa de entonces, incluso fue condenado a la prisión de por vida y su obra fue prohibida. Pero Galileo siguió con sus estudios.

Paradójicamente, el hombre que inició las observaciones en el universo, perdió la vista y murió con 78 años.

Fuente: Wikipedia