El último mes del año inaugura, en materia cinematográfica, con una buena cuota de horror y suspenso. La pantalla grande local, en sintonía con todo el país, recibe hoy dos estrenos no aptos para espíritus sensibles, y uno de ellos de factoría nacional, algo nada común en el género. Se trata de "Ataúd Blanco: el juego diabólico", del realizador Daniel de la Vega, quien fue justamente quien hizo el primer film de terror argentino realizado en 3D, Necrofobia, que debutó hace un par de años. Julieta Cardinali es Virginia, una madre común que un día se ve obligada a participar de un juego perverso de supervivencia, crímenes y ritos satánicos, para poder recuperar a su hija, que ha sido secuestrada en un extraño pueblo. En su desesperada búsqueda, descubrirá que hay cosas peores que la muerte; pero deberá elegir entre rendirse o vivir un día más de espanto para intentar salvar a la niña. Y la respuesta es obvia.  

 

Va a correr sangre… 

Guerras de sangre -el otro estreno de hoy- es la quinta película de la saga Inframundo (Underworld), que estrenó en 2003 y cada tres años religiosamente dio una entrega, a pedir de boca para los fanáticos. Ahora, entre vampiros traicioneros y licántropos (hombres-lobo), los humanos quedan relegados a servir como su alimento. Pero para Selene (Kate Beckinsale) -quien ha perdido en esta batalla a muchos seres amados- no está todo dicho. Este conflicto milenario se ha convertido en algo personal y un nuevo enfrentamiento se está gestando: Con David y su padre Thomas como sus únicos aliados, deberá detener la eterna guerra entre lycans y vampiros, aunque esto signifique que tenga que hacer el último sacrifcio. Con Cory Goodman en guion y dirección de Anna Foerster (la primera directora de la saga) se dice que aquí acabará todo… claro que si la taquilla lo pide, tal vez comience una nueva etapa.