No sólo pueden ir presos por hacer que sus hijos mendiguen exponiendo sus vidas, sino que también pueden perder la Asignación Universal que cobran por ellos. Así lo resolvió Juan Carlos Noguera, a cargo del Juzgado de Paz de 9 de Julio con dominio en 25 de Mayo, que decidió intervenir en el caso de más de 10 niños, de 6 a 13 años, que en el control fitosanitario de El Encón se ofrecen a limpiar parabrisas a cambio de plata, venden estampitas o directamente piden limosna. El magistrado citó a declarar a los padres de los menores que además deberán acreditar que los chicos van a la escuela, uno de los requisitos fundamentales para cobrar esta ayuda social.
El caso de estos chicos salió a la luz por la denuncia de una maestra de esa localidad y que fue confirmada por la Policía. Según dijo Noguera la prioridad fue lograr que los chicos abandonen "lo antes posible esta actividad riesgosa que viola sus derechos y atenta contra sus vidas". Agregó que decidió encarar el caso como una causa contravencional, basándose en el Código de Faltas que contempla castigo para quienes propician el trabajo infantil o la mendicidad.
Para lograr estos objetivos Noguera citó a los padres o tutores de los chicos a una audiencia en la que no sólo deberán demostrar su "inocencia" para no ir presos, sino que además deberán acreditar que los chicos tienen puestas todas las vacunas obligatorias y que asisten a la escuela para no perder la Asignación Universal que cobran por ellos. "Yo no tengo competencia para quitarles este beneficio, pero sí de notificar a la Anses cualquier anormalidad que descubra. Si corroboro que los responsables de estos chicos reciben esta ayuda social, pero no cumplen con los requisitos para hacerlo, lo comunicará para que les quiten el beneficio. Es una medida extra para obligarlos a que dejen de explotar a los menores", dijo el juez.
