Esa imagen del profesor de Karate imponía respeto y autoridad, pero detrás de esa fachada se escondía, aparentemente, un pervertido que en sus clases de artes marciales sometía a algunas de sus alumnas a abusos sexuales por medio de ejercicios que implicaban manoseos, otras veces besos y hasta el acceso carnal. Los casos salieron a la luz el año pasado por los testimonios de dos jovencitas y dos niñas, y ahora la fiscal de instrucción María Teresa Ravetti pidió al juez de la causa que lleve a juicio al acusado, el conocido karateca Osvaldo Rufino Arena.
El pedido de elevación a juicio de la Fiscalía de Instrucción Nº 4 se hizo días atrás al juez Guillermo Adárvez, entendiendo que había elementos suficientes para cerrar la etapa de instrucción.
Osvaldo Rufino Arena, de 64 años y actualmente preso en el penal, está acusado de delitos contra la integridad sexual gravemente ultrajante agravado y retirado, en cuatro hechos, en dos de los cuales también hubo penetración, según fuentes judiciales.
En la causa declaró una adolescente que relató que sufrió abusos por parte de Arena, entre septiembre del 2004 y noviembre del 2005, cuando ella tenía 10 años y él daba clases en un salón de UPCN en calle Sarmiento. Testimonió que, con la excusa de enseñarle nuevos ejercicios, la separaba del grupo y la llevaba a otro lugar. Ahí la hacía poner de “cuatro patas” y la manoseaba, en otras oportunidades la obligó a sentarse en sus rodillas para luego abrazarla y besarla, argumentando que hacía todo esto “para prepararla cuando tuviera novio”. También afirmó que si ella se negaba, la castigaba no permitiéndole participar de las clases.
Algo parecido contó otra jovencita, quien dijo que soportó los abusos en el 2005 en la Escuela Municipal de Villa Marini, Santa Lucía. Relató que Arena la llevaba a “elongar” en forma separada y la manoseaba. Además, se bajaba el pantalón y le mostraba su miembro. Llegó incluso a invitarla a que se vieran en otro lado a solas, declaró.
Otra joven que tomó clases en Santa Lucía entre 2003 y 2006 relató que, además de los manoseos, el profesor de karate llegó al extremo de hacer que lo masturbara y le practicara sexo oral. Lo mismo habría pasado con una niña de 10 años que desde enero a febrero de 2010 fue alumna de Arena en ese lugar. Esa niña contó que el profesor le decía que iba a hacer “travesuras” y la sometía abusos, tocándola y besándola en todo el cuerpo. A ella también la obligó a practicar sexo oral, revelaron.
Los informes psicológicos indicaron que las víctimas no fabulan y que sufren perturbaciones. Una de ellas llegó a tener ideas suicidas. Con respecto a Osvaldo Arena, los exámenes revelaron que es impulsivo e inmaduro sexualmente. Lo que surge de los testimonios es que posiblemente hubo otras chicas abusadas, dado que las víctimas contaron que era normal que el profesor apartara a alguna alumna del grupo y la llevara a un lugar privado. De todas maneras, para la fiscal María Ravetti hay pruebas suficientes contra Arena en los cuatro casos denunciados y con eso basta para enviarlo a juicio.
