Cuando llegó a San Expedito, ingresó a la capilla y no se sentó en ningún momento. Apenas ingresó fue hacia adelante, dio gracias y volvió atrás.
En medio del pasillo, casi en la puerta de salida y de pie, estuvo en toda la visita en el Santo de Bermejo David Páez.
No conocía al santo que es uno de los más visitados en la provincia. Hace más de diez años que David no se encuentra en San Juan y ese es el motivo de su poca información de la capilla de Bermejo. Hace varios años que vive en Europa y coincide con el surgimiento de la devoción de la gente con el santo.
‘Soy creyente, pero hasta ahí nomás. No soy tan fanático de los santos‘, explicó el negro David al ser consultado por su actitud cuando visitaron al patrono de Bermejo.
Páez tiene mayor afinidad con la Difunta Correa, que fue a quien le realizó la principal promesa. ‘Mi promesa fue en la Difunta, le dejé una botellita de agua, le prendí una vela y me quedé hablándole un ratito. Fue suficiente lo que hice allí, no me hacía falta tanta oración en San Expedito‘, dijo Páez.
‘Tenía ganas de ir a la Difunta, hace más de 2 años que no iba, era un buen momento para ir‘, cerró uno de los referentes del plantel, quien descubrió un nuevo lugar espiritual en San Juan.
