No se trata de la Oktoberfest, de la fiesta de San Patricio ni de otro evento que tenga a la cerveza como protagonista. Es el patio cervecero que se armó en la Feria y que se transformó en un mundo aparte para los fanáticos de esta bebida. Incluso es uno de los primeros lugares que visitan los turistas que llegan al Parque de Mayo. Nadie que lo recorra se va sin probar alguna de las variedades artesanales.
No tiene ningún tipo de publicidad o promoción para atraer a los visitantes. Todos los que llegan lo hacen porque escucharon lo bueno que está. El patio no tiene nada extraordinario, sólo cerveza roja, rubia y negra, entre otras variedades.
Alguien del montón dijo “una de las pocas cosas que hacen feliz a un hombre es la cerveza”, y esa declaración fue suficiente para que los presentes hicieran fila en los 7 stands de San Juan y Mendoza que conforman el patio cervecero. Entre ellos, una pareja canadiense y otra de Río Negro que llegaron a la Feria para conocer este rincón del Parque.
En cada uno de los stands se puede adquirir un vaso de medio litro de cerveza a 35 pesos, un chop de litro a 180 pesos, o cuatro botellas personales por 100 pesos. Pero eso no es todo. En los puestos también ofrecen algunos platos que combinan con esta bebida como sánguches de jamón casero, tacos, picadas de fiambre o maní que se pueden disfrutar cómodamente en la mesas y sillones de madera rústica que hay en el lugar.
Los organizadores de este patio cervecero no dejaron nada librado al azar. Como es sabido que la cerveza es una de las bebidas predilectas también para escuchar buena música, en un rincón del lugar se puso un pequeño escenario por el que pasan bandas poco conocidas, pero que entusiasman a todos con sus shows.
