Isao Nakandare, representante como jugador de la selección japonesa en el Mundial de Inglaterra ´77; técnico de la selección nipona en los mundiales de Corea del Norte ´79 y Yugoslavia ´81, es desde hace un año y medio quien monitorea los progresos de los jóvenes jugadores de todo el país. Desde hace una semana está en San Juan y corrige los vicios que tiene el juego de los pibes que participarán del Nacional desde mañana.

“Hay un nivel interesante, pero falta mucho trabajo”, contó Isao que es jubilado de Citizen y que por su trabajo en la empresa y por sus dotes deportivas conoció más de 50 países.

Ezequiel Doncel, 14 años, doble campeón nacional y Facundo Berardi, 15 años y tres veces tercero en citas como las que comenzará mañana en el Cantoni, son dos de los pibes que siguen atentamente las indicaciones que les hace Nakandakare.

Por sus antecedentes, Doncel y Berardi (en la foto con Isao), son quienes tienen más chances de emular a Pablo Tabachnik. “Son chicos con muchas condiciones que deben seguir entrenando y aprendiendo”, expresó el maestro japonés.

Nakandakare llegó a la Argentina como resultado de un convenio que existe entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Culto de la Nación con la JICA (Agencia de Cooperación Internacional de Japón), mediante el cual japoneses destacados en diferentes manifestaciones culturales emigran por un par de años a otros países para difundir su cultura.

“Mi período en Argentina culmina en marzo de 2010, pero a mí me gustaría prolongarlo un par de años más para que lo que ver la cosecha de lo que estamos sembrando”, contó el hombre que se ha puesto como meta ayudar al tenis de mesa argentino a pegar el salto internacional. “Hoy está a un primer nivel en Latinoamérica, pero hay que acercarlo al primer nivel mundial”, sentenció.