Con sólo 7 años, Pablo, más conocido como Nuni, era el atractivo. Los amigos de su hermano le habían hecho una cresta en el pelo pintada de azul y le dibujaban el brazo con fibrones. Estaba en uno de los stands de la carpa Arte y Diversidad, que armó el Ministerio de Desarrollo Humano, en el Parque de Mayo. Y todos los que entraban a ella se paraban a mirarlo.

Así, los chicos de Cultura Under, que se dedican a hacer piercings, peinados y tatuajes, atraían a los estudiantes que fueron al Parque de Mayo a festejar. Su objetivo era enseñarles a los adolescentes los cuidados que deben tener a la hora de ponerse un aro o hacerse un dibujo en la piel, como controlar el uso de elementos descartables.

Ellos compartían la carpa con otros grupos, como la Agrupación Juventud y Amistad, de Chimbas, que mostraba folletos para promocionar su actividad y tenían un despliegue de vestimentas típicas de los carnavales chimberos.

Desparramadas en otros sectores del espacio verde había otra dos carpas. En una de ellas estaban todas las direcciones del Ministerio, como la de Niñez y Adolescencia, entregando folletos sobre las actividades que realizan. Y la segunda estaba ocupada por agrupaciones juveniles que invitaban a los más jóvenes a participar en actividades solidarias o políticas. Pero la convocatoria no fue la esperada: las carpas tuvieron poco público toda la tarde.