A fin de año Chile sería el primer país sudamericano aceptado en el club de los 30 países más ricos del mundo. Sin embargo, por asombroso que parezca, los chilenos no parecen estar saltando de alegría por la noticia, ni se presentan a sus vecinos como país modelo. Según funcionarios de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a los países más desarrollados del mundo, Chile ingresaría como miembro pleno el 18 de diciembre próximo.
La OCDE, con sede en París, espera que el Congreso chileno apruebe antes de esa fecha tres medidas para cumplir con los requisitos de admisión, incluyendo la adhesión a las reglas de intercambio de información impositiva y a los estándares de gobierno corporativo de los países miembros. Funcionarios chilenos esperan esa aprobación antes de diciembre.
Chile ha sido discreto -por no decir tímido- con respecto a sus logros económicos. A diferencia de cualquier otro país latinoamericano, la economía de Chile creció sostenidamente en las dos últimas décadas, y encabeza casi todos los rankings regionales de competitividad. Lo que es más importante aún ha reducido su índice de pobreza del 39% de la población en 1990, al 13% actual.
A diferencia del presidente venezolano Hugo Chávez -quien anda por el mundo proclamando que el crecimiento de su país, impulsado por los precios del petróleo, es "un modelo revolucionario"- la presidenta Michelle Bachelet ha sido reacia a la evangelización política en el exterior. La última vez que la entrevisté, por momentos parecía estar disculpándose por los logros de su país, y los suyos propios.
Chile no se jacta de sus éxitos porque teme que sus vecinos más grandes lo vean como un signo de arrogancia, me dijo un ex presidente chileno. ¿Cambiará eso ahora? A principios de esta semana, mientras Barack Obama se reunía con Bachelet en la Casa Blanca, y decía que Chile es "un ejemplo para todos nosotros", hablé con Juan Gabriel Valdés, director de la Fundación Imagen de Chile.
Cuando le pregunté por qué Chile no se ha vendido bien al resto del mundo -ocupa el puesto 38 entre los 50 países en el ranking Marca País Anholt, de imagen externa- Valdés me dijo que podría ser por la idiosincrasia chilena. "Es un país en el que la gente tiende a tener cierta modestia… No es un país que salga de manera estentórea a contar sus gracias por el planeta. Le cuesta mucho", dijo Valdés. "Ahora, dicho esto, hoy día hay conciencia en Chile que, tanto para la venta de nuestros productos como para que podamos adquirir una influencia mayor en organismos internacionales, se hace necesario hacer una narrativa de Chile que sea más eficaz".
Estar tan bajo en la encuesta sobre la imagen país, según Valdés, que se debe a que poca gente en otras regiones conoce a Chile. A la Argentina la conocen por Diego Maradona, o a Brasil por su música, Chile resulta más difícil de individualizar, agregó.
En cuanto al secreto chileno de crecer y reducir la pobreza, Valdés dijo que la explicación es en gran parte política: el país fue capaz de crear un consenso nacional en torno a algunas cuestiones esenciales, como la economía de mercado, la democracia y las políticas sociales. La estabilidad atrajo inversores, y eso contribuyó al crecimiento. Más recientemente, Chile también adoptó políticas económicas anticíclicas, "ahorrando en los años de vacas gordas para los años de vacas flacas", añadió.
Mi opinión: la probable aceptación de Chile en el club de países desarrollados será una excelente oportunidad para que el país no sólo mejore su imagen en el exterior, sino también para que promocione sus logros y levante el perfil de su política externa.
Con pocas excepciones -como la desafortunada decisión de Bachelet de inaugurar una feria del libro en Cuba, una dictadura que prohibe miles de libros-, Chile ha votado a favor de la democracia y de los derechos humanos en los organismos internacionales. Esperemos que ahora tenga más autoestima y se haga escuchar más alto.
"A DIFERENCIA de cualquier otro país latinoamericano, la economía de Chile creció sostenidamente en las dos últimas décadas y encabeza los rankings de competitividad."
