“Será un espacio para recorrer y vivir un clima de reflexión y aprendizaje. Un enfrentamiento con el dolor es lo que la gente podrá percibir en el interior del monumento”, dijo el artista plástico reconocido mundialmente Mario Pérez, que será el encargado de armar el monumento que recordará el Holocausto judío y el heroísmo del levantamiento del Ghetto de Varsovia (ver página 17). No se tratará de un monumento más, sino de una obra imponente que comenzará a construirse esta semana y se terminará hacia fines de noviembre. Según el embajador de Hungría en Argentina, Gyula Barcsi, éste será el monumento que recuerde estos hechos históricos más importante de Argentina por su tamaño y su concepción artística.
Esta obra de arte estará en un sector del centro cultural Estación San Martín, justo frente al Centro Cívico. El espacio fue donado por la Municipalidad de la Capital.
“No será un monumento común donde uno hace un pedestal y coloca al homenajeado o el elemento a tener en cuenta como si fuese un trofeo. En este caso será un monumento para ser caminado, donde la gente podrá adentrarse en él y vivir un clima que se dio en el pasado. Podrá contemplar ese momento y, por qué no, plantearse preguntas existenciales del porqué pasó lo que pasó”, dijo Pérez.
El monumento se emplazará en la esquina de Avenida España e Ignacio De la Roza y es un reconocimiento y homenaje a los seis millones de hombres y mujeres que lucharon por preservar el valor de lo que significa el Ser Humano en un momento de deshumanización, a la vez que significará el compromiso de consolidar la memoria, transitando el cambio de la educación como herramienta insustituible, según el artista. Y para poder plasmar los conceptos sobre el genocidio más atroz de la historia humana, Pérez extrajo el lado más sensible del hombre: amar la vida, la existencia misma del ser, y también manifestó el lado oscuro: el hombre fagocitado por el hombre. “Para concretar el monumento mi inspiración se basó en la vida y la locura del ser humano. Tengo una visión cósmica y todo lo que sucedió a mediados del siglo pasado. Me motiva a estar siempre comprometido con la vida, con la humanidad. Por eso, hacer este monumento fue un reto”, agregó el artista, quien para hacer los bocetos contó con la colaboración del arquitecto Fabián Vallve.
Según el artista sanjuanino, el monumento, una vez construido, estará acorde con la arquitectura circundante pero una vez inmerso en él las personas sentirán que viajan en el tiempo y se encontrarán en un momento del Holocausto. El diseño los situará en un clima donde la imaginación podrá percibir aquellos momentos dolorosos que vivieron los millones de judíos exterminados por los nazis.
El espacio, cedido por la Municipalidad de la Capital, es de 22,38 metros de ancho y 30,12 metros de largo. El monumento consta de tres niveles, teniendo el frente sobre avenida España y dos muros en los laterales que permitirán aislar el ruido ambiente de la ciudad. Entre estos muros se podrá avanzar (hacia el Oeste) por un playón que tiene en el centro un riel con durmientes, y en toda la superficie de alrededor habrá huellas de pies, manos, y elementos abandonados. Todo eso como símbolo de un momento atroz: los judíos subiendo a los trenes que tuvieron un destino fatal. Serán seis durmientes, que significarán los seis millones de judíos asesinados por los nazis.
Sobre el fondo habrá otro muro con una red de 60 rostros (en chapas), que tendrán las inscripciones de los nombres de los campos de concentración y números que se les asignaron a los judíos tal cual si fueran objetos y no personas, según explicó el artista Mario Pérez.
