Le decían el ‘Gauchito Panchito’ porque, como la mayoría en su familia, compartía el amor por los caballos. Porque esa pasión ya lo hacía integrar una agrupación gaucha y porque su presencia en las reconocidas cabalgatas a la Difunta Correa en Caucete eran una fija desde que cumplió 4 años. Pero desde el último viernes la historia de ese niño que tenía 8 años, pasó a ser un estremecedor recuerdo, más aún porque a pesar de su dolorosa partida a causa de un accidente de tránsito, el ‘Gauchito Panchito’ parece seguir empeñado en vivir: sus órganos fueron donados por sus padres y ahora siete personas con graves problemas de salud aumentaron sus chances de seguir existiendo. Y eso amortigua un poco entre los suyos la traumática herida de ya no tenerlo nunca más.
‘Nosotros donamos sus órganos y nos dijeron que los recibieron 7 personas. Ya nos han dicho que los padres de una beba de 6 meses que recibió su corazón nos quieren conocer para agradecernos y eso nos pone bien’, dijo al borde del llanto Irma Contreras, la mamá de Francisco Ezequiel Ortiz Contreras, el ‘Gauchito Panchito’.
El accidente que terminó con los días del mayor de los hijos de Irma y su esposo Cristian Ortiz (el menor, Nahuel tiene 4 años) ocurrió el pasado jueves 25 de setiembre alrededor de las 21,30 frente a su casa, en Las Heras al 292 Norte (esquina Maipú) en Desamparados, Capital.
Según Irma, ese día dos vecinitos llegaron a buscar a su hijo para jugar y enseguida armaron un desafío a las escondidas.
En una de esas a ‘Panchito’ le tocó esconderse y buscó el espacio entre dos autos pegados a la vereda de su casa. Cuando el conteo terminó, el niño corrió por el lado de la calle para hacer ‘piedra’, pero no pasó del intento.
La mamá del nene y fuentes policiales explicaron que en ese momento un micro que transitaba hacia el Norte por Las Heras (carril opuesto a la casa de los Ortiz Contreras) paró a dejar pasajeros. Y entonces Gonzalo González (38) en un Ford Fiesta que guiaba detrás del colectivo, se abrió para pasarlo y arrolló al niño: ‘lo tiró como 30 metros. Si mi hijo quedaba con vida esto era borrón y cuenta nueva pero se ha llevado una vida, una vida muy preciada y esto no va a quedar así’, dijo ayer Irma, dolida.
Desde ese día el niño luchó pero las heridas en su cabeza se tornaron irreversibles. Desde el viernes al mediodía, ‘Panchito’ se prolongó en otras 7 vidas.
