”Me siento frágil de confianza. Necesito anotar más, marcar más”. Emanuel Ginóbili ‘alertó’ a todo Miami Heat en la previa del sexto juego de anoche que tenía sed de revancha. Ganas de dar vuelta su pálida imagen en los primeros cinco juegos de estas finales de la NBA. Y el gran Manu, a sus 35 años, ratificó que aún conserva ese fuego interior sagrado. Porque el bahiense, en su primer partido como titular de la temporada, demostró que es un arma clave si San Antonio quiere su cuarto anillo en la última década. Fue 114-104 a favor de los Spurs con 24 puntos y 10 asistencias del argentino y así quedaron de cara a un nuevo título si mañana, en el regreso de la serie a Miami (a las 22), vuelven a ganar. En caso de haber victoria del actual monarca todo se definirá en el séptimo el jueves.
Ginóbili resultó la gran figura desde el cuarto inicial: aportó 7 puntos (2/4 en tiros de campo) y 4 asistencias, en los 8 minutos que estuvo en cancha en ese parcial. Pero lo más importante pasó por su determinación para ir siempre hacia el aro e incluso provocando un par de faltas personales en el rival. Se notó un Manu con la energía por las nubes, algo que no se había observado en esta serie decisiva. San Antonio se movió también al ritmo del zurdo y por eso fue capaz de sacarla una ventaja clave de 13 puntos (32-19).
Lógicamente el orgullo de Miami salió a relucir en el segundo parcial y con ello el descuento de la ventaja que trepó hasta los 18 puntos (38-20). LeBron James y Dwayne Wade se cargaron la ofensiva del equipo y sumaron puntos claves para recortar la diferencia a favor de los texanos. Ginóbili estuvo bastante tiempo descansando en el banco, en parte por que los Spurs apostaron más al juego de la pintura, teniendo al brasilero Splitter en cancha. Parker resultó el hombre destacado en el cierre del parcial y el francés cerró el cuarto con una exquisita bandeja para dejar el score 61-52.
Después del ‘descanso’ de Ginóbili en el segundo cuarto, apareció toda su magia y garra en el tercero. Fue en el cierre de esos 12’ cuando Manu brilló al contribuir con siete puntos seguidos y nada menos que tres asistencias, para desactivar la remontada de Miami que se puso a un punto (73-72) antes de ese cierre estupendo de los locales.
Miami vendió su cara su derrota hasta el cierre merced a dos triples de Allen, pero fue Parker el que con un par de bandejas sentenció la historia para mudar la serie con ventaja de los Spurs.
