Una y otra vez le venía esa imagen a Oscar Trigo. El y Roberto Chicahual habían agarrado dos largas reglas para medir la altura en que iban a poner el aislante en el techo. Trigo recuerda que se agacharon, y sorpresivamente Chicahual empezó a temblar. Vio que salió un chispazo de abajo de las zapatillas de su compañero y se desplomó. "Pensé que era un desmayo", relató, pero en los minutos siguientes lo vio morir. No fue una descompostura lo que le dio a ese albañil, supuestamente fue una descarga eléctrica de 13.200 volt de los cables de media tensión que pasan cerca del techo de esa obra.
Roberto Chicahual, de 43 años, falleció ayer pasadas las 14:30 en lo alto de una propiedad en la esquina de Sargento Cabral y Rogelio Mansilla, en Villa Pontoriero, Capital, informó la policía. El albañil fallecido -padre de 5 hijos y de Villa Obrera, Chimbas- había trabajado desde la mañana con Oscar Trigo y cuatro obreros más. Estaban colocando un aislante en el techo, cuando tuvo el accidente. Trigo explicó que él tomó una de las reglas y Chicahual agarró la otra. Son metálicas y miden algo de 6 metros. Lo que sospechan los policías de la Seccional 27ma., al mando del comisario Héctor Velardez, es que mientras Chicahual movía la vara metálica y tocó, o la acercó demasiado (provocando el llamado "arco voltaico"), a los cables de media tensión y eso provocó el mortal golpe de energía. Una cosa a determinar es si la construcción guardaba la distancia exigida de separación -de 4 metros- con los cables aéreos del tendido eléctrico.
