Las elecciones presidenciales de hoy en Chile tendrán un universo electoral sensiblemente envejecido respecto al histórico plebiscito de 1988, debido a un sistema que mantiene la inscripción voluntaria y que permite que 4 millones de chilenos, la mitad de ellos de entre 18 y 30 años, se automarginen de la obligación del voto. En este país, la inscripción es voluntaria, a partir de lo cual luego se hace automático y obligatorio para el resto de la vida.

Desde el plebiscito que inició el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1988 se inscribieron sólo 850 mil personas en el padrón. Esta tendencia está cambiando de la mano de una campaña del Instituto Nacional de la Juventud que logró inscribir para que voten hoy por primera vez a 211.224 personas, el 75% de ellos menores de 30 años.

Durante los últimos meses fue motivo de debate el llamado envejecimiento del padrón, cuyo promedio de edad hoy alcanza los 49 años. Incluso, se pensó en modificar el cronograma electoral para permitir una reforma legal.