Salió el mejor partido en lo que va hasta acá del Torneo de la Primera B Nacional de fútbol. Banfield e Independiente terminaron 3-3 y dieron un concierto de emociones que tuvieron a todos expectantes hasta el mismo final. Matemáticamente fue negocio para el Taladro que le sirvió para sumar un punto. Más aún porque lo empató en el ocaso. Pero para el Rojo también fue gratificante y alentador, porque volvió a mostrar el nivel que lo llevó a los primeros planos, y estuvo a un pestañar de la victoria.
En el primer tiempo, Independiente sorprendió a propios y extraños. El Rojo, que arrancó siendo dominado por el local, equilibró el juego y metió dos estiletazos.
Hasta los 26’ no había pasado mucho, pero a Fredes se le ocurrió meter un fuerte tiro desde lejos que, tras picar, dejó sin chances a Bologna. Y, 6’ después, Mancuello y Montenegro armaron una jugada por izquierda que terminó con una palomita de Penco que la mandó al fondo. Banfield buscó reaccionar y lo logró pero no pudo descontar.
El complemento siguió con el mismo ritmo. A los 6’, Salcedo tuvo el descuento pero no pudo. Como el local iba con mucha gente, el Rojo tuvo una gran oportunidad de liquidarlo, pero esta vez Penco falló.
Hasta que Banfield llegó al descuento. Volvió a tener otra Salcedo pero Rodríguez tapó. La pelota salió del área y Noir la clavó al segundo palo.
El local se fue de lleno a buscar la igualdad. Y no tardó mucho. Porque a los 17’, tras un centro de Tagliafico, Salcedo esta vez acertó por la pésima marca de Velázquez. Metió un cabezazo inatajable y dejó todo igual como al principio.
Después se dieron acciones de ritmo intenso pero con un juego no tan claro. Hasta que a los 26’ Prichoda agarró en el área a Villalba y el árbitro cobró penal para el Rojo. Ejecutó el arquero Rodríguez y la mandó al fondo. Banfield enloqueció, pero encontró su premio cuando moría el partido. Salcedo, de media vuelta, estampó la igualdad ya en el descuento.
