El impacto comercial de los Premios Oscar cobró notoriedad en los “50, cuando los filmes galardonados se convirtieron en éxitos de taquilla sin precedentes. Fue el caso, por ejemplo, de La vuelta al mundo en 80 días (1956), El puente sobre el río Kwai (1957) y Ben Hur (1959). Si bien en los 60 esta repercusión bajó un poco, renació en los “70. La sorpresiva elección de La conexión francesa como Mejor Película triplicó sus ingresos en Estados Unidos (hasta esa fecha realmente bajos) y en 1977, Annie Hall, de Woody Allen, fue lanzada de nuevo a los cines tras ganar el Oscar a la mejor película, y recaudó otros inesperados 5 millones de dólares. Sin ir más lejos, ¿Quién quiere ser millonario?, Mejor Película 2009, sólo había recaudado 43 millones, pero anotó otros 83 en los días sucesivos al premio. Y el caso más emblemático sigue siendo el de Titanic, que sumó 228 millones después de la codiciada estatuilla.

Por otra parte, un informe del periódico USA Today data que actores como Morgan Freeman, Whoopi Goldberg y Anthony Hopkins fueron contratados más veces y con más honorarios tras ganar el Oscar. Para las películas de habla no inglesa, la repercusión tal vez no sea tan millonaria (no hay estadísticas oficiales); pero el premio también viene con yapa. (Fuentes: AcePrensa, La Vanguardia, Wikipedia).