Para uno, era lograr sacarse de encima esa enorme presión de que en cinco fechas, no ha ganado. PAra el otro, con los resultados puestos era la chance de ser líder absoluto de la Zona A de la Región Cuyo del Torno Federal B. Pero claro, con limitaciones y virtudes repartidas en dosis más que exactas, Atlético Alianza y Trinidad terminaron empatando 1-1 en un resultado que a los dos no les suma demasiado. Lo que les valía era ganar. Meter tres puntos y definir absolutamente para qué están en este Federal. No les alcanzó a ninguno. Alianza, con el peso de la localía, intentó meter la presión desde el arranque pero se quedó en eso: en meter, meter. De jugar y habilitar limpio a Roverbal o a Detona, ni hablar. Apenas las escaladas de Santiago Ceballos por izquierda y poco más. Hubo, a los 2’ una jugada clave en la que Ariel Barth no tuvo otro recurso que para Martiní con falta cuando se iba solo al área. Era para expulsión pero el árbitro Fernández decidió amonestación. Y claro eso tendría consecuencias a los 27’ cuando el propio Barth se manoteó con Torres en el área de Trinidad y no lo amonestó. Pero llegó el córner y cobró penal para que Roverbal abriera la cuenta y pusiera a Alianza arriba, sin haber generado demasiado situaciones favorables más que su entrega.
En el complemento, lo de Trinidad fue decididamente mejor. Levantó tanto que a los 3’ Ramiro Sisterna clavó de cabeza el empate para que empatara el León y empezaran a jugar Muñoz, Guajardo, Martiní y Martín. Estos dos últimos tuvieron las opciones más claras pero les ganó Jairo Díaz y cuando no pudo el arquero, una salvada milagrosa de Oscar Barrios cuando Martin ya tenía vencido al 1 del Lechuzo. Trinidad insistió y Alianza volvió a cambiar de modelo. Adentro Renzo Ahumada y a buscar alimentación para Roverbal y Detona que fueron a todas. En el final mismo, una desinteligencia entre Guirado, Bidal y Torres casi le cuesta el gol porque el brasileño quedó solito pero definió débil como para vencer al Mono Guirado que se recuperó.
No quedó tiempo para más. Solamente para los lamentos y reproches por un punto que no les suma demasiado a su presente y menos mirando a su futuro.
