El papa Francisco condenó ayer el narcotráfico y rechazó sin medias palabras la legalización del consumo de drogas, al asegurar que no es legalizándolas como se reduce su propagación, sino que hay que afrontar los problemas que están en
la base de su uso educando a los jóvenes en los valores de la vida.
Tras viajar ayer al santuario de Aparecida, la patrona de Brasil, el papa regresó a Río de Janeiro y visitó el hospital San Francisco de Asís de la Providencia, dedicado a la recuperación de jóvenes drogadictos y alcohólicos, donde abrazó a dos muchachos que se curan en el centro y les dijo que la Iglesia no les deja solos.
Francisco aseguró que en Brasil y en el mundo hay situaciones que necesitan atención, como la lucha contra la drogodependencia, pero que sin embargo lo que prevalece en la sociedad es el egoísmo. ‘¡Cuántos ’mercaderes de muerte’ que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa! La plaga del narcotráfico requiere un acto de valor de toda la sociedad‘, afirmó.
Y agregó: ‘No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química, es, preciso, afrontar los problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro. El pontífice abrazó a jóvenes adictos al crack, mientras condenaba la ‘plaga‘ del narcotráfico.
Fuente: Efe
