La entrada de la Selección argentina a la pista del Cantoni tuvo varios picos de emoción, pero sin dudas el que puso la piel de gallina a más de uno fue cuando los hinchas locales entonaron el final del Himno Nacional. Fue al estilo Puma. Con fuerza, con garra, pero sobre todo con mucho sentimiento. Algo que fue reconocidos por los jugadores argentinos, que asombrados quedaron por tal recibimiento. El estadio fue una caldera, la gente sufrió, gritó y terminó festejando el pasaje a las Semifinales del Mundial de hockey. Aunque al final del primer tiempo y con el triunfo nacional por 4-1, los ánimos se caldearon con los hinchas chilenos y la policía tuvo que actuar para que no pase a mayores.
La gran mayoría de los hinchas argentinos llegó temprano al estadio para encontrar su lugar. Primero apoyaron a Italia en su juego con España y luego se dedicaron a cantar contra los rivales de turno. El equipo trasandino fue el primero en ingresar a la pista y lo hizo bajo un fuerte silbido. Cuando le tocó la entrada a la Argentina todo cambió, los papelitos colmaron la escena y el tradicional “¡Vamos, vamos, Argentina, vamos, vamos a ganar!” fue una constante.
Con el inicio del partido los nervios se pusieron a flor de piel y con el gol de Chile el estadio se congeló. Fue ahí cuando se escuchó un tenue, pero continuo, aliento chileno. Luego el equipo pasó a mandar en las acciones y todo fue una fiesta celeste y blanca.
Pablo Álvarez y David Páez fueron los jugadores más ovacionados de la selección, la misma que hoy irá en busca de su lugar en la final.
